Mi amiga Estela me metió el gusanillo de hacer queso fresco casero. Justo coincidió que encontré un molde para este propósito en LiDL, muy buen de precio, así que no lo pensé dos veces. Es muy fácil y queda estupendo. Y es que es verdad, no tiene ni punto de comparación con el comprado. Está buenísimo! Ésta de hoy es la receta básica, pero se pueden añadir mil cosas que ya iré probando. A ver qué tal. Me tiene loca. Lo combino con todo: me encanta echarlo en las ensaladas pero también queda muy bien con miel o mermelada sobre el pan del desayuno o en tostas para la cena. Aunque queda mucho más firme, la consistencia recuerda un poco al requesón y estoy deseando probarlo al horno en unas cuantas recetas que ya tengo en mente. Eso próximamente. Ahora vamos con la receta. Para un quesito:
INGREDIENTES
1 litro de leche fresca semidesnatada pasteurizada (O entera. Lo importante es que sea fresca pasteurizada, no la de brick (UHT) que dura meses. Necesitáis la que hay que mantener en nevera. La que está con los yogures en el super. Si no,, no sale).
24 ml de vinagre (yo puse vinagre de manzana pero el que queráis) o 30 ml de zumo de limón
Sal al gusto
PREPARACIÓN
- La receta es para el molde que yo tengo pero también se puede hacer por un cazo (apto para microondas) y una tela limpia de cocina. Empezamos calentando la leche (tapada) en el microondas 13 minutos a potencia máxima (800W). Segúnel microondas que utlicidés necesitaréis más o menos tiempo. También la podéis calentar al fuego. En cualquier caso, es necesario un termómetro de cocina ya que es fundamental que la leche pase de los 90º C. Si no no saldrá bien.
- Cuando la leche esté caliente, a la temperatura adecuada, añadimos el vinagre, removemos bien con una espátula. Entonces añadiremos la sal al gusto. Siempre después del vinagre (o zumo de limón). Dejamos reposar al menos media hora (la teoría dice: hasta que baje a una temperatura de 40-45ºC aunque yo aquí no lo suelo mirar. No es imprescindible).
- Pasado el tiempo colamos la mezcla con el colador-molde del kit o con la tela fina de cocina.
- Aplastamos bien con una prensa si tenemos o una cuchara en su defecto y que funciona igual de bien para compactar y dar forma, y dejamos dentro del recipiente en la nevera, al menos 1 hora. Si lo hacemos con la tela (aún no lo he probado) lo dejaríamos un rato para que termine de escurrir bien y luego lo pasaríamos a un molde (un táper o lo que queramos para dar forma y reposar en la nevera).
- Pasado el tiempo (lo podéis dejar en el molde todo el tiempo que queráis), desmoldamos y ya está listo para comer. Al ser fresco, hay que mantenerlo siempre en la nevera y comerlo en unos pocos días.
- Ya veréis que rico queda. Y como véis es muy fácil de hacer. Yo me he vuelto totalmente adicta y ahora nunca falta en casa :)
Qué lo disfrutéis! :)
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