INGREDIENTES:
1,5 Litros de Leche Fresca Entera (Pasteurizada)
Zumo de 1 Limón (también puedes usar cuajo)
Sal al Gusto
1 Yogur Natural tipo Griego (o cualquier otro)
Tomillo Limonero fresco, Orégano, Albahaca fresca, Pimienta, etc (Opcional)
1 Gasa para Escurrir
VÍDEO RECETA – Queso Fresco Casero
Cómo hacer Queso Fresco Casero con sólo 3 Ingredientes
Esta receta es de lo más fácil. Ya verás…En una olla grande vamos a poner la leche fresca. Lo mejor es que la leche sea entera porque es rica en grasas y nos valdrá muy bien para esta receta. Con los demás tipos de leche (desnatada, o semi) no te aseguro que te vaya a salir correctamente.
Ponemos el fuego a una temperatura media, no demasiado alta, y vamos a ir removiendo la leche a medida que se va calentando.
A continuación, añadimos el yogur natural. Yo he usado el yogur tipo griego porque me gusta mucho su textura, pero puedes usar cualquier otro siempre y cuando sea natural.
Iremos añadiendo cucharadas e iremos removiendo para integrar bien con la leche.
El yogur puedes omitirlo de los ingredientes. Simplemente con la leche fresca y el zumo de limón te va a salir igualmente pero a mi me gusta la textura que le da el yogur para que quede más compactado.
Cuando tengamos todo el yogur disuelto en la leche, vamos a esperar a que la leche esté en su punto justo de caliente para añadirle el zumo de limón.
Una vez que veas que a la orilla de la leche le salen unas burbujas, es el momento de añadirle el zumo de limón. En vez de limón puedes usar cuajo, pero el limón seguro que lo encuentras en cualquier sitio.
Vamos a ir removiendo y poco a poco vamos a ver como la leche empieza a cortarse. No te asustes, esta es toda la magia. Así es como se prepara este queso. Ahora vas a ver una parte sólida (en la parte superior de la olla) y otra parte líquida (queda abajo).
Si ves que no termina de separarse del todo, puedes añadir un poco más de zumo de limón y seguir removiendo hasta que se separe el suero, pero cuidado, no uses demasiado zumo porque si no te sabrá mucho a este cítrico.
Pues listo. Ahora lo que tenemos que hacer es ir sacando el queso con un colador o espumadera, o también puedes colarlo todo directamente en un recipiente grande pasándolo por una gasa.
Yo he usado una de estas gasas de bebé que tenía en casa de mi sobrina que ya no usaba Esta te puede valer, aunque también puedes usar un paño limpio o un colador normal.
Apretamos bien la gasa para que el queso suelte todo el líquido y quede bien seco.
Cuando veas que ya no tiene apenas agua, le echamos la sal al gusto y mezclamos con la ayuda de un tenedor o una espátula. También puedes echarle alguna especia que te guste. Yo he añadido tomillo limonero que tenía en casa, pero puedes usar también pimienta, cúrcuma, orégano, etc…
Dejamos que el queso repose durante una media hora para que suelte todo su jugo y luego lo pasamos a un recipiente donde lo vamos a conservar.
Yo uso un taper redondo para que tenga forma de queso y le cubro las paredes de dentro con aceite para luego desmoldarlo mejor.
Agregamos todo nuestro queso y aplastamos con una cuchara para dejarlo bien compacto y luego sea más fácil de manejarlo.
Cuando lo tengas, agrega un poco del suero que nos ha sobrado de colarlo, unas dos cucharadas está bien, para que así aguante por mucho más tiempo en la nevera.
Aguanta perfectamente de 1 a 2 semanas si lo mantenemos en frío.
¡Y listo! ¡Has hecho queso casero! Increíble, verdad? Pues ahora puedes echar a volar la imaginación y agregarle especias o algún fruto seco para enriquecerlo. Partiendo de la base de estos 3 ingredientes, después puedes hacer lo que quieras.
¿Te animas?
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