Un año más!!!! Y tan contenta.... Y este año, como no podía ser de otra manera, lo celebré, el fin de semana con la familia, con una impresionante tarta... por lo bonita y colorida que es.
La Rainbow Cake (o tarta Arco Iris) es bastante laboriosa de preparar por la cantidad de bizcochos que lleva, pero sólo ver la cara de los invitados cuando sacas el primer corte merece la pena!!!!
Es una tarta bastante calórica.... Sólo en bizcochos gastas docena y media de huevos....con lo que eso implica de colesterol para el cuerpo...Pero una vez al año...
Me animé a hacerla porque mi amiga Patri del blog "Las cosas de mi cocina" la publicó por el cumple de su peque Joan, y me encantó. Así que sabía que no tardaría mucho en ponerme a ello... Y aquí está.
No la quise cargar mucho, así que entre bizcocho y bizcocho una fina capa de mermelada de albaricoque y para coronarla una crema de queso mascarpone y chocolate blanco.
Ingredientes
Para los bizcochos (por cada uno)
3 huevos
90 grs de harina
90 grs de azúcar
Colorante en gel alimentario
Parta rellenar
Mermelada de albaricoque
Para la crema de queso
200 grs de chocolate blanco
490 grs azúcar glas
180 grs de queso mascarpone
120 grs de mantequilla
Para decorar la tarta
Spingels
Figuras de fondant
Preparamos los bizcochos.
Precalentamos le horno a 180º calor arriba y abajo (ojo, sin ventilador)
Separamos las claras de las yemas y batimos las claras a punto de nieve. En un bol a parte montamos las claras con el azúcar y añadimos el colorante que corresponda. Incorporamos las yemas a las claras y mezclamos con cuidado y movimientos envolventes para que no se bajen. Poco a poco vamos incorporando la harina también con movimientos envolventes.
Echamos la mezcla en un molde (yo uso los desechables de aluminio redondos) y metemos la horno hasta que estén dorados (unos 10-12 minutos). Sacamos y dejamos sobre una rejilla hasta que se enfríen y podamos desmoldar.
Repetir la misma operación con los 6 bizcochos.
Preparamos la crema de queso.
Derretir el chocolate al baño maría y dejar que se enfríe ligeramente (lo suficiente para que no se deshaga la mantequilla), añadimos la mantequilla y el queso crema y trabajar la mezcla con unas varillas eléctricas. Añadimos poco a poco el azúcar glas hasta obtener una crema consistente y cremosa. Reservamos.
Montamos la tarta.
Colocamos la primera pancha de bizcocho. Untamos con mermelada y extendemos. Colocamos encima otro bizcocho, untamos de mermelada... Y así hasta terminar con el último bizcocho. La última capa (la que queda descubierta no la untamos de mermelada).
Con ayuda de una espátula vamos cubriendo toda la superficie de la tarta con la crema de queso y chocolate blanco.
Decoramos la gusto