Los ingredientes que vamos a necesitar son:
200 g de harina de trigo
200 g de azúcar blanco
4 huevos
200 g de mantequilla
La ralladura de una naranja
2 cucharadas y media de levadura química (un sobre)
1 pizca de sal
Separamos las claras de las yemas. Montamos las yemas con una pizca de sal, y a medio batido añadimos el azúcar hasta conseguir una crema densa de color blanco brillante, mejor si tienes unas varillas eléctricas para montar porque te costará menos trabajo.
En un bol mezclamos las yemas de los huevos, la ralladura de la naranja y la mantequilla fundida. Batimos un poco y mezclamos con la crema de claras hasta que todo esté integrado.
Tamizamos la harina y la levadura y la vamos añadiendo poco a poco a la mezcla líquida hasta tener una mezcla homogénea y que esté muy bien mezclada para que todo esté uniforme y el horneado sea más equilibrado.
Volcamos la mezcla en una fuente engrasada con un poco de mantequilla y horneamos a 180º C durante unos 30 minutos, aunque tanto el tiempo como la temperatura dependerá de cada tipo de horno. Si ves que se empieza a tostar muy deprisa coloca encima un papel de aluminio, pero con mucho cuidado para que el bizcocho no se desinfle.
Cuando al pinchar con un palillo este sale seco se puede sacar y dejar enfriar. Desmolda y sirve o prepara con el bizcocho la tarta que prefieras.