No sé si al resto de amantes de té os pasa, pero a mí, igual que me gusta que mi té caliente esté bien amargo y no le pongo azúcar, el té helado me gusta un poco más dulzón, más tipo refresco de Lipton. En cualquier caso, esta receta (si es que se puede llamar receta a la preparación de una bebida) puedes modificarla a tu gusto para darle más o menos intensidad al té, más o menos dulzura, un toque ácido... y hasta si no te gusta el té, puedes sustituirlo por agua sola u otras bebidas o zumos. Es una manera perfecta de darle un toque especial a cualquier bebida de verano. Vas a ver que es súper fácil y rápido de hacer, a mi me encanta tomarlo en el aperitivo.
Ingredientes:
-Una cucharada (o dos, al gusto) de mermelada del sabor que quieras. Yo he escogido mermelada de frambuesa, para que engorde aún menos, puedes optar por mermelada sin azúcar. -Té del color que prefieras, con teína o sin ella, preferiblemente en bolsita pero también se puede hacer con té de hojas sueltas. Yo he elegido una mezcla de té verde y blanco de Mercadona. -Un chorrito de zumo de limón (si quieres darle un punto ácido). -Agua.
Aparatos especiales:
-Un difusor de té (tampoco es que sea muy especial el aparato). Si no tienes, seguramente puedas usar un colador muy finito.
Preparación (para un vaso):
Pon a cocer un vaso de agua, bien en el microondas o bien en un cazo. Cuando el agua esté empezando a hervir, sácala a temperatura ambiente y mete la bolsita de té. Mientras el té va reposando, coge una cucharada de mermelada y métela en el difusor de té. Ahora mete el difusor en el agua para que vaya colando el sabor de la mermelada sin dejar pasar ningún tropezón. Aquí ya juega con tu preferencia: si quieres el sabor al té más intenso, deja la bolsita en el agua durante más tiempo, hasta que el agua esté muy oscura y saca la mermelada antes. Si quieres que sea más dulce, haz lo contrario. Yo dejé reposar tanto el té como la mermelada durante unos cinco minutos en el agua. Si quieres que tu bebida tenga un punto ácido, échale un chorrito de limón. Ahora dejalo enfriar en la nevera durante una hora para que esté bien fresquito y ya está listo para tomar. Fácil ¿eh?
Ahora es tu turno de experimentar: puedes ponerle miel, una ramita de romero, azúcar... y, como comentaba antes, también puedes usar el truco de la mermelada para crear otras bebidas sin té, puedes mezclarla sólo con agua para que beber dos litros al día te sea más variado. También se me ocurre que puede ir muy bien mezclado para hacer ponche en fiestas o para cócteles de ron. ¿Te ha gustado la receta? ¿Alguna vez habías echado mermelada a la bebida?