Este plato de granizado de ensalada griega llega desde el Funky Gourmet, un restaurante griego con dos estrellas michelin. Es un entrante ideal para una buena comida, ya que es refrescante y muy original, además de aportar el clásico sabor de la ensalada.
En la receta original que aparece en Mollecular Recipes podemos ver el aspecto del plato, que parece nieve. Yo he hecho una versión “rápida” de la receta, por lo que el granizado no sale blanco ni tan esponjoso como el original, ya que en casa es más difícil conseguirlo. De todos modos, el resultado es muy bueno.
Los ingredientes que necesitamos son:
250 gramos de tomates
3 gramos de alcaparras
20 g olivas Kalamata
60 gramos pepino
4 gramos sal
15 gramos aceite de oliva
20 gramos cebolla
50 gramos queso feta
1 gramo orégano
25 gramos almíbar
Limpiamos y cortamos todos los ingredientes, sin necesidad de pelar ni el tomate ni el pepino. Los trituramos todos en un vaso con la turmix y los colamos.
Para colarlo, usaremos varias capas de muselina húmedas que colocaremos en un colador grande. Verteremos todo el líquido en el colador y descartaremos la primera parte del que se vaya colando. Este proceso es bastante largo, podemos estar unas 4 horas hasta que se cuele todo el líquido.
En mi caso, usé una superbag, un colador de tela muy fino, de ahí que el color no haya quedado blanco, pero podéis usar el método que tengáis más a mano, por ejemplo filtros de café o un colador de tela estándar.
Una vez tengamos el líquido hacemos un granizado con él. La forma sencilla, si no tenemos heladera, es colocarlo en un tuper en el congelador y cada hora, aproximadamente, removerlo con un tenedor, para darle la textura de granizado. Si en algún momento se nos queda demasiado sólido, podemos picarlo con el mismo tenedor para darle ese granulado característico.
Lo presentamos en platos individuales y, antes de servirlo, lo aliñamos con un chorro de aceite de oliva virgen. ¡A disfrutar!