Ya sé que pasó el día de Reyes y que hace un mes están circulando por la red infinidad de recetas del citado dulce, pero yo no quería ser menos y decidí que aunque, fuera de tiempo, debía publicar mi versión. Lo hice siguiendo la receta de Susana, del blog Webosfritos, que seguramente todos conocen porque es una maravilla de blog, y la verdad es que lo hice casi tal cual, sólo cambié tres cosas, le puse ralladura de mandarina en vez de ralladura de limón y naranja, usé huevos grandes en vez de huevos medianos entonces le puse menos leche a la masa y utilicé azúcar común en vez de azúcar glas, pero todo lo demás lo hice igual.
De la manera que lo explica y viendo la video receta es imposible que salga mal, sale ideal y les aseguro que después de esta experiencia, nuncamáscomprounroscón, ja, ja, ja.
Como toda masa que lleva levadura fresca, lleva tiempo entre leudado (levado) y leudado, pero la espera merece la pena, en realidad es lo que más trabajo lleva, porque no es más difícil que preparar un pan cualquiera.
Ingredientes:
Masa base:
70 gr. de leche tibia
10 gr. de levadura fresca
1 cucharada de azúcar
130 gr. de harina de fuerza
Colocar la leche en un cuenco y desmenuzar allí la levadura. Mezclar y añadir el azúcar y la harina. Unir formando una bola y colocar en un bol con agua templada. Cuando flote, está lista para usar en el siguiente paso. Esto lleva unos 10 minutos.
Masa:
40 gr. de leche (ella usa 60gr.)
20 gr. de levadura fresca
450 gr. de harina de fuerza
1 pizca de sal
2 huevos grandes (ella usa huevos medianos)
70 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
25 gr. de agua de azahar
Ralladura de una mandarina
110 gr. de azúcar común (ella usa azúcar glas)
Colocar la leche tibia en un cuenco y añadirle la levadura desmenuzada. Revolver y reservar.
Tamizar la harina con la sal, colocarla en un bol y hacer un hueco en el centro para agregar los ingredientes. Añadir los huevos, la leche con levadura, el azúcar, la mantequilla, el agua de azahar, la ralladura de mandarina y la masa base.
Unir todo desde fuera hacia adentro, integrando bien todos los ingredientes. Engrasar la encimera (mesada) y colocar allí la masa. Amasar con las manos engrasadas con aceite, hasta obtener una masa suave y elástica que no se pega a los dedos. Engrasar con aceite un bol y colocar allí la masa obtenida. Cubrir con papel film y dejar descansar 5 horas aproximadamente, en un lugar cálido. Yo la dejé dentro del horno apagado. Poner en la nevera y dejarla hasta la mañana siguiente. Habrá duplicado su volúmen. Retirar de la nevera y dejar templar 1 hora.
Precalentar el horno a 200º.
Volcar en la encimera la masa y dividir en dos trozos, salen dos roscones medianos. Formar dos bolas y con los dedos hacer un agujero en el centro e ir agrandándolo para que se forme un aro. Poner el Roscón en una bandeja para horno, cubierta con papel vegetal. Engrasar con aceite un aro de emplatar o un vaso y colocarlo en el centro para que cuando crezca no se cierre el agujero. Cubrir con un paño y dejar leudar en lugar cálido durante 2 horas.
Decoración:
1 huevo batido
3 cucharadas de azúcar humedecida con unas gotas de agua
8 rodajas de naranja confitada
1 cucharada de almendras fileteadas
Pasado ese tiempo, pintar con huevo batido, cuidando de no pinchar la masa. Decorar a gusto. El azúcar que pongamos sólo debe mojarse con unas gotitas de agua, para que quede en montoncitos y no se desparrame en la cocción. Cocinar durante 10 minutos a 200º y luego bajar la temperatura a 180º y cocinar 5 u 8 minutos más. Recuerden que cocino en un horno a gas, con calor sólo de abajo y en la rejilla central.
Uno lo corté por la mitad y lo rellené con crema de queso Mascarpone.
Y el otro lo dejé sin relleno. Los dos quedaron buenísimos.
Es importante seguir todos los pasos, porque merece la pena hacerlo.
En la receta original, Susana dice que no importa si sale mejor o peor, lo importante es que saldrá delicioso y nunca más compraremos un roscón y tiene razón, porque no tiene comparación.
Llevé la mitad del roscón con crema a mi trabajo y fue un visto y no visto. Y la otra mitad la merendamos con mate.
El roscón que quedó lo guardé envuelto en una bolsa de plástico y lo comimos al otro día, que aunque pierde frescura es una delicia total.
¡Hasta la próxima!
¡Sean felices!
Rosi.