Y como todos los fines de semana, al final, queramos o no, llega el domingo por la tarde. En verano lo aprovechas para salir a tomarte un helado por el barrio, bajar al parque a que Gorka se termine de desfogar y a hablar con los demás papas. Pero en invierno, en invierno es otra cosa. A las 5 de la tarde es prácticamente de noche. No vas a ir a tomarte un helado, por supuesto, ni tampoco al parque, que a parte de que no hay nadie, pierdes al niño en menos que canta un gallo con la poca luz que hay. Así que toca tarde de sofá, gritos del niño porque está hasta las narices de estar en casa y padre viendo deportes, osea, fútbol. Pues esto no puede ser!!! Me voy a la cocina a hacer algo para merendar!! Ingredientes: 75g de azúcar 200g de harina 1 huevo 2 cucharadas de leche 30g de mantequilla 1 cucharadita de levadura Preparación:
Ponemos la harina y el azúcar en forma de volcán en el mármol y en el huequito del centro añadimos los demás ingredientes. Empezamos batiendo con un tenedor, hasta que no podamos más, entonces amasamos con las manos y si es necesario, porque la masa se pega mucho, le añadimos un poquito más de harina.. Formamos los roscos y ponemos el aceite a calentar con una corteza de limón o de naranja. Vamos friendo los roscos, los pasamos por papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y por último les ponemos azúcar glasé.
Notas:
Están muy buenos recién hechos, luego también pero en seguida se ponen duros. Eso si, mojados en la leche del desayuno están para chuparse los dedos!!!