Esta tarta de nombre impronunciable (al menos para mi, que no sé inglés), lleva rodando por los foros de cocina desde hace un tiempo. No sé cual es su origen, ni quién fue el primero en publicarla. Lo que si sé es que es una auténtica delicia.
Yo he sacado la receta de la pagina libros thermomix, pero está disponible en montones de blogs.
Puede parecer difícil de preparar, pero para nada. Es sencilla, relativamente rápida de hacer y super super buena.
La combinación crujiente de la masa filo con la crema hace de este postre un lujo para el paladar.
Tenía muchas ganas de prepararla y hoy domingo he aprovechado para hacerla y regalársela a mis vecinos.
No dudéis en hacerla, os van a aplaudir seguro.INGREDIENTES:
100 gr de mantequilla fundida.
1 paquete de masa filo (son unas 8 hojas)
4 huevos.
400 gr de leche.
175 gr de azúcar.
1 cucharadita de azúcar vainillado.
1 rama de canela.
Piel de un limón sin nada de blanco.
PREPARACIÓN:
Pintamos todas las láminas de masa filo con mantequilla fundida.
Enrollamos cada lámina como si fuera un acordeón y colocamos en un molde que no sea desmoldable. La primera lámina la enrollamos sobre si misma y la ponemos en el centro. Las demás alrededor de la primera.
Horneamos a 180º hasta que la veamos dorada, pero no mucho porque después hay que volverla a meter en el horno.
Preparamos la crema mientras. Ponemos la leche, con la canela y la piel del limón y calentamos unos 4 minutos y medio a 100º y a velocidad 1.
Colamos y reservamos aparte, mientras, sin lavar el vaso, batimos los huevos con el azúcar dos minutos, a velocidad 4. Cuando lleve un minuto batiéndose, echamos por el bocal la leche y dejamos que se mezcle todo bien.
Vertemos esta mezcla suavemente sobre la tarta y la volvemos a hornear unos quince o veinte minutos para que la crema cuaje.
Desmoldamos cuando esté fría y espolvoreamos con azúcar glass.
SIN THERMOMIX:
Calentamos la leche en un cazo a fuego medio, con la rama de canela y la piel de limón. Dejamos que hierva un poco. Colamos la mezcla y reservamos.
Con la batidora, batimos los huevos con el azúcar y cuando estén bien batidos añadimos la leche y seguimos batiendo con cuidado.
Vertemos la mezcla sobre la tarta que previamente habremos horneado.
Fundimos la mantequilla en el micro, unos segundos.
Desenrollamos las hojas de masa filo y vamos pintando cada una con la mantequilla fundida.
Cuando tengamos la primera, la enrollamos como si fuera un acordeón, es delicado pero no difícil.
La enrollamos sobre sí misma y la ponemos en el centro de un molde que no sea desmoldable si no se nos saldría más tarde la crema. Yo he usado uno de silicona para que no me cueste desmoldarla.
Hacemos lo mismo con el resto de las hojas. Hay que ir pintándolas con rapidez pues la masa filo se seca muy pronto. Cuando tengamos otra hoja pincelada con mantequilla, la enrollamos alrededor del "centro" que ya hemos puesto antes.
Y así sucesivamente, hasta acabar las hojas o rellenar el molde. A mi me sobró una hoja del paquete. No os preocupéis si al enrollar las hojas el plegado no os sale bien. Da igual, va a quedar genial de todas maneras.
La hoja que me sobraba la he colocado de forma individual en un molde grande de magdalenas.
La horneamos a 180º hasta que la veamos dorada. La receta original decía media hora, pero a mi me parecía mucho, teniendo en cuenta que después se vuelve a hornear. Yo la tuve unos diez minutos, Más que suficiente.
Ahora, mientras se hornea la tarta, vamos a preparar la crema. Ponemos la leche, la canela y la piel de limón y la calentamos para que se infusionen los sabores.
La colamos y la reservamos.
Sin lavar el vaso, batimos los huevos con el azúcar.
Antes de acabar de batir agregamos la leche por el bocal y terminamos de mezclar todo.
Vertemos esta mezcla, con cuidado sobre la tarta recién horneada. La crema se mete entre las capas de la masa filo y al cuajar se forma una textura densa y suave. De vuelta al horno. De nuevo la receta original dice media hora. Yo la tuve unos 18 minutos, ya estaba la crema cuajada, no era necesario más tiempo. Cada uno que controle los tiempos de su horno.
Y cuando esté fría la espolvoreamos de azúcar glass. ¡Mirad que pintaza!
Preciosa, con una presentación de pastelería.
Y la mini tartita individual, también muy bonita y con un sabor increíble.
El corte de la tarta es espectacular, pero es que la tarta en sí lo es. Crujiente y a la vez cremosa...
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