Dando por finalizadas tanto las Navidades como la resaca postnavideña, empiezo mi año bloguero con una receta precisamente de las fiestas. Un imprescindible en toda mesa de Navidad que se precie y en especial en mi casa. Una receta que no estoy muy segura de dónde sacó mi madre pero que provenía de Suecia en cualquier caso, que ella borda y que yo adoro: salmón marinado. Es facilísimo de hacer y queda de locura. Creedme, cuando lo probéis no vais a poder comerlo de otra forma. Es maravilloso!
INGREDIENTES
Una cola de salmón partida por la mitad, en dos lomos. Se puede hacer con otra parte pero como mejor queda es con la cola, y se corta mejor (la cola la solemos congelar primero, para evitar problemas tipo anisakis, ya sabéis)
Por cada kilo de salmón: 2 cucharadas de sal
Por cada kilo de salmón: 1 cucharada de azúcar
Eneldo a discreción
PREPARACIÓN
- Mezclamos la sal, el azúcar y el eneldo en un bol y lo extendemos sobre la carne del salmón. Enfrentamos la parte ancha de un trozo de la cola con la parte más estrecha.
- Ponemos un trozo de cola sobre el otro, como digo, enfrentados: parte ancha con parte estrecha, y añadimos varios kilos de peso encima: ponemos bricks de leche o botes de tomate... cosas pesadas. Yo puse una tabla con dos latas de tomate de 1 kilo cada una y un par más algo más pequeñas. El objetivo es que presionen y la carne del salmón absorba bien la mezcla, se "haga" y suelte jugo.
- Metemos el pescado con el peso en la nevera y le damos la vuelta (la cola que estaba debajo pasa a estar encima) cada doce horas al menos 24 horas. Normalmente lo dejamos eso, 24 horas, pero según nos guste de "hecho" y si el el salmón es muy grande, lo podemos dejar más tiempo. Lo miramos. En casa nunca lo hemos dejado más de 48 horas. Algo menos de ese tiempo, pero en general: 24 horas. Siempre miraremos que haya soltado líquido.
- Cuando el salmón esté listo, quitamos el peso, separamos los losmos, limpiamos los excesos o restos de la mezcla de sal, azúcar y eneldo que hayan quedado por encima y lo cortamos en lonchas finas con un cuchillo largo y un poco en diagonal.
- Queda espectacular, os lo prometo. Pocas cosas he probado tan deliciosas. Con pan y mantequilla, con crema de queso, en ensalada. Superior de cualquier forma pero a mí como más me gusta es solo, tal cual. Está tan bueno que no necesita nada. Ya veréis, a partir de ahora en navidad o cualquier ocasión, no vais a querer otro. Maravilloso!
Qué lo disfrutéis! J
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