Con esta salsa tengo un problema.
Y es que está tan rica que no puedo dejar de comerla. Por eso no la hago a menudo, porque me sirve para echar al yogur, untar en galletas, comerla a cucharadas...¡es un vicio total!
Pero tenía idea de preparar un postre donde la iba a usar así que la hice sabiendo que la gastaría en otra cosa. Lo que no quita le diera varios viajes con la cuchara antes de usarla jajaja
Si sois golosos os encantará, es muy fácil de hacer y es perfecta como acompañamiento para unas tortitas, crepes...lo que os apetezca.
INGREDIENTES:
200 gr de nata (crema de leche) con 35% de grasa
75 gr de azúcar
zumo de medio limón
1 cucharadita de mantequilla
PREPARACIÓN:
Con estos ingredientes nos sale unos 180/200 gr de salsa
En una sartén amplia ponemos a fundir el azúcar con el zumo de limón. Cuando se empiece a fundir agregáis la mantequilla y dejamos que se integre bien.
Cuando vaya cogiendo un colorcito dorado añadimos la nata (crema de leche) (con cuidado por si os salpica, que quema bastante). Remover y dejar que hierva a fuego suave hasta que veáis que ha espesado un poco. Luego en frío se espesa más. Guardamos en un tarrito hermético y dejamos enfriar. La podemos conservar en la nevera tres o cuatro días.
Es una salsa densa, suave, deliciosa.
Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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