24 rollitos
INGREDIENTES
1 col
125 ml de vinagre
200 g de cebolla
1 diente de ajo
200 g de pimiento amarillo
135 g de panceta
800 g de carne picada de toro
100 g de arroz
100 ml de vino blanco
1 cucharada de té de eneldo
1 cucharada de té de pimentón
1 cucharada de té de pimienta negra
2 cucharadas de té de tomillo
1/2 cucharada de café de pimentón picante
3 hojas de laurel
Nata (crema de leche) agria para acompañarELABORACIÓN
Hacer un agujero en la col para quitarle el tallo lo más que se pueda, así como las hojas estropeadas, y meterla en una pota con suficiente agua como para que quede cubierta. Añadir una hoja de laurel, una cucharada rasa de té de sal y 125 ml de vinagre. Dejar que hierva e ir soltando las hojas poco a poco cuando vayan estando blandas (no demasiado, que se puedan doblar sin romperse).
Mientras se va cociendo la col, picar en trozos pequeños la cebolla, el pimiento y el ajo. Pocharlo todo a fuego bajo en una sartén con cinco cucharadas de aceite. Cuando la cebolla empiece a trasparentar, más o menos a los diez minutos, añadir pimentón (dulce y picante) y la panceta troceada sin la piel (reservar la piel).
Revolver unos cinco minutos y sacar del fuego.
Tomar la carne picada y añadirle la pimienta, el tomillo y el eneldo. Mezclarla también con la cebolla y el pimiento. Revolver hasta que quede todo bien mezclado.
Después hay que formar los rollitos: tomar unos 50 g de la mezcla y una hoja de col, colocar el puñado de carne en la zona del tallo de la hoja y enroscar, después doblar los lados hacia abajo.
Cuando estén todos hechos, tomar las hojas restantes y cortarlas en tiras, colocar una parte en el fondo de la olla, sobre ella, ir colocando los rollitos en círculo.
Cuando tengamos una capa, cubirla con el resto de col troceada y una hoja de laurel. Colocar el resto de los rollitos encima, echar una hoja de laurel, la piel de la panceta y el vino y agua hasta que casi cubra los rollitos yo he puesto 600 ml. Colocar un plato del revés sobre los rollos y cocinar a fuego fuerte hasta que hierva.
Después, cocer a fuego bajo durante una hora (comprobar que los tallos de las hojas están blandos).
Para comerlos, están mejor al día siguiente. Si no se van a comer en el momento, escurrirles la salsa y reservar.
Cuando vayan a comerse, colocar en una bandeja, cubrirlos con la col y rociarlos con algo de la salsa reservada. Cubrir la bandeja con papel de plata y meter en el horno a 180º durante media hora (o simplemente pueden calentarse en el microondas).
Una vez calientes, servirlos con nata (crema de leche) agria.
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