¿Preparados para empezar? Pues aquí está la lista de ingredientes:
1 repollo rizado
500 g de carne de picada de ternera y cerdo
2 cebollas
100 g de arroz bomba
400 g de tomate triturado
4 cucharadas de tomate frito
Aceite de oliva
Pimienta molida
Cominos molidos
Cimbru (una especia rumana, si no la encuentras puedes utilizar tomillo)
120 ml de agua
Vinagre
Empezamos preparando el relleno del Sarmale. Pelamos y picamos las cebollas en trozos pequeños y las doramos en una sartén con un fondo de aceite.
Cuando esté bien dorada incorporamos el arroz lavado y removemos bien para que se tueste. Apartamos del fuego y regamos con el agua. Seguimos removiendo bien durante unos minutos mientras se enfría. El arroz no tiene que hacerse, ya que se hará cuando se guisen los rollitos.
Reservamos y sazonamos la carne. En un bol ponemos los dos tipos de carne, un par de cucharadas de aceite, el tomate frito, pimienta molida, cominos molidos y el cimbru o el tomillo. Añadimos la cebolla con el arroz y mezclamos todo muy bien. Dejamos que se enfríe mientras preparamos el repollo para hacer los rollitos.
Ponemos a cocer abundante agua con vinagre y sal. En Rumanía se utilizan hojas de col en salmuera, de modo que si puedes encontrarlas en algún sitio te puedes ahorrar este paso. Cortamos las hojas de repollo más grandes y les retiramos la parte gruesa. Hervimos ligeramente en el agua, procurando que no estén demasiado cocidas, ya que se romperían al hacer los rollitos.
Escurrimos las hojas y las rellenamos con una cucharada sopera de relleno. Podemos hacer los paquetes como queramos, lo importante es que estén bien cerrados y no demasiado apretados para que no se revienten al aumentar de volumen.
Cortamos el resto del repollo en juliana. Ponemos aceite en una cacerola grande y colocamos encima un poco de repollo, los sarmale sobre la base formando un círculo y más repollo encima.
Hacemos otra capa de rollitos y volvemos a cubrir con repollo hasta acabar con los sarmale y una capa final de repollo. Echamos el tomate triturado y rellenamos de agua sin llegar a cubrir por completo. Tapamos la cacerola y subimos el fuego hasta que empiece a hervir. Lo bajamos al mínimo y dejamos que se haga durante 2 horas.
Una vez que está hecha la receta podemos comerla directamente, aunque es preferible dejarla reposar hasta el día siguiente. La elaboración es algo compleja, sobre todo a la hora de hacer los rollitos, pero merece la pena sin duda.