Hoy vamos a hacer algo especial, dado que, por primera vez en toda la historia de este blog, somos Joan y Joseba, los propietarios de Nissi, quienes se ponen delante del teclado para contaros la que, sin lugar a dudas, es la receta más amarga de estos últimos 8 años.
Sí, sabemos que es algo extraño, pero entendemos que merecido. Sólo tenemos un objetivo: rendirle un más que sentido homenaje al alma máter de este rincón, nuestro querido Nissi, quien hoy, tras poco más de 8 años a nuestro lado, nos ha dejado tras repentinamente serle detectado un problema irreversible en el hígado.
Estamos consternados, vacios, destrozados anímicamente por la pérdida de nuestro pequeño compañero de viaje al que queríamos, ya os podéis imaginar, con locura.
Hoy estos ojitos vivarachos se han cerrado para siempre, de un día para otro y sin esperarlo, demostrando Nissi su fortaleza y entereza hasta el final. Por tanto, este rincón, juntamente con nuestros corazones se quedan algo vacios.
No sabemos muy bien cómo continuar este rincón que tanto nos ha llenado (a los tres), ni que orientación darle, dado que, cuando decidimos comenzar esta aventura, fue el propio Nissi quien nos inspiró a ello gracias a sus constantes paseos por la cocina mientras nosotros cocinábamos o nos preparábamos para ello, como si él quisiese cotillear mientras estaba con nosotros, llenando cada receta de amor con su compañía.
Por ese motivo, queremos dar gracias a nuestros seguidores por estar ahí, así como pediros comprensión en estos momentos tan duros en los que nos daremos un pequeño respiro.
Gracias por todo lo que nos has dado Nissi, que ha sido mucho, a cambio de muy, muy poquito.
Siempre te llevaremos en el corazón.
Descansa en paz, pequeño.