Una compañera de trabajo me la pasó, pero llevaba queso azul, y dos de los familiares que venían a casa no pueden casi ni olerlo. Además, había ya en la mesa uvas rellenas de queso azul...
Así que modifiqué la receta:
- 60 gr. de dátiles
- 100 ml. nata (crema de leche)
- 200 ml. queso crema
- un pellizco de sal gorda
Lo primero, quitar el hueso a los dátiles.
Y a continuación, picarlos.
Pasarlos al vaso de la batidora para triturarlos. Este paso es el más pesado, ya que los trocitos de dátiles se quedan pegados a las cuchillas de la batidora, por lo que hay que armarse de paciencia, y separarlos de las cuchillas cada poco tiempo (ojo: desenchufar antes de manipularlas).
Cuando estén más o menos picados, añadimos la nata (crema de leche). Esto hará que sea más fácil continuar triturando los dátiles.
Cuando esté la mezcla más o menos uniforme, le añadimos el queso crema. Y añadimos un buen pellizco de sal, para contrarrestar el dulzor del dátil (este dulzor quedaba compensado con el queso azul en la receta original).
Para servir, lo presentamos en un cuenco pequeño, para untar en unos panecillos tostados o en hojitas de endivia fresca.
Aunque parezca una mezcla pesada, salió riquísimo. Incluso a varias personas poco dadas a los aperitivos dulces les encantó.
¿Os animáis?
¡¡Besitos!!
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