Después de siete meses me enfrento al temido folio en blanco (virtualmente hablando, claro). Un folio en blanco en el que me encantaría escribir muchas cosas, porque todo este tiempo ha dado para mucho, pero ahora estoy aquí intentando explicar como hacer cochinita pibil en slow cooker Crockpot y a parte de la receta, no sé muy bien que contar.
Os podría contar como me ha ido mi super master de cirugía y de cómo en unos días me examino con un caso clínico de lo más molón: cistotomía para exéresis de pólipo vesical y nefrectomía por pielonefritis, pielolitos y tumor de células transicionales ureteral, pero probablemente no le interesará a demasiada gente, eso sí, os pido que me deseéis suerte.
Os podría contar también que mis días en París han sido de lo más provechoso, de como cumplí mis objetivos a nivel profesional y pude estar de jefe de cirugía en una clínica grandota. Del buen tiempo que tuve y de como pude disfrutar de la ciudad, pero tampoco sé si interesa mucho, al fin y al cabo esto es un blog de recetas.
Estoy pensando también, que la vuelta fue intensa, a nivel de trabajo y a nivel personal y que cuando descubrí lo tranquilo que estaba uno sin tener que cocinar, ni hacer fotos, ni escribir recetas, me ha costado mucho, es más, mi idea era casi abandonar esto del bloguerismo. Siempre me dije que si algún día, por la razón que fuera, paraba, me sería casi imposible volver.
Y así, podría contar muchas cosas, pero he decidido centrarme en porque estoy aquí sentado otra vez delante de la pantalla, incluso en si esto será solo un cameo momentáneo o tendrá continuidad, y aunque lo he pensado, de momento no tengo respuesta. Sé que no quiero vivir atado a publicar fotos, vídeos, “stories” y recetas a gogó, y desde luego no me apetece hacer publi a diestro y siniestro de lugares, productos o cosas varias, muchas de las veces sin sentido, tengo una edad en la que quiero hacer lo que me apetezca, cuando me apetezca. Nunca quise, ni quiero, ser eso que llaman influencer, no, lo siento, no es mi rollo.
No por una cuestión solo de apetencias, ojo, no. Es una cuestión de ser coherente con lo que pienso, con lo que soy. Soy más de hacer las cosas cuando las siento, cuando me nacen del corazón, que de hacerlas por obligación. Bastantes obligaciones nos pone la vida diaria. Y para mí la coherencia y la hontestidad son principios básicos, andar tocando los pilares que me sustentan, solo puede traer malas consecuencias.
Así que el rollo “slowing”, hablando de blogs y redes sociales, va más conmigo en estos momentos. Por eso cuando me propusieron participar en el II consurso de tapas A Fuego Lento y me atrajo desde el primer momento el concepto. Para mí un tapeo es la comida perfecta, y creo que cocinando con catman, se va a convertir en un blog slow, que publique pero a su ritmo y sin prisa alguna.
Al concurso nos ha invitado Oster España y Crock-pot España. La idea es realizar una dos tapas y dar difusión al concurso, digamos, físico, que se celebrará en Madrid desde el 23 de Noviembre al 10 de Diciembre (2 días después de mi cumpleaños) en el parque del Retiro, en el que profesionales de la restauración estarán dando a probar su tapas. y buena noticia, estáis todos invitados así que si queréis más información lo puedes ver AQUÍ.
De todos los participantes, se elegirán las dos mejores, atendiendo a dos categorías: “la tapa de la abuela (la más tradicional)” y “la tapa más original”. El nombre de las recetas ganadoras será anunciado durante la segunda semana de diciembre. Podéis ver las recetas de otro compañaros blogueros siguiendo el hashtag #IITapasAFuegoLento.
De la crock-pot os puedo contar alguna cosa, como que se lanzó al mercado en 1971 y es líder en ollas de cocción lenta. Es un poco armatoste, así que hay que tener sitio para guardarla. Su principio se basa en cocinar los alimentos lentamente y así conseguir un jugosidad y un sabor muy de abuela, de los de siempre.
No tengo demasiada experiencia, ya que la tengo desde hace una semana, tan solo he hecho dos recetas, la cochinita pibil que veis aquí y unas albóndigas con tomate. Si sirve como muestreo, os digo que las albóndigas sabían a a antaño y que la cochinita, que he intentado varias veces, por fin salió como debe.
Mi duda estaba en que no sabía si sería práctico, es decir tardar 8 horas en hacer albóndigas se me antojaba demasiado, pero no, es cuestión de organizarse, las dejas cocinando por la noche y al día siguiente flipas.
Me queda solo explicar porque he elegido hacer cochinita pibil, probablemente el plato yucalteca más conocido. Creo que es la mejor forma de demostrar las bondades de la Crock-pot, de la cocción lenta. Este plato se cocinaba tradicionalmente en hornos bajo tierra, sobre el fuego se ponen unas planchas que se calientan y sobre ellas la carne envueltas en hojas de plátano para evitar que se reseque y se escapen los jugos de cocción.
Pibil, en maya, pib significa “horneado en” así queda explicado el nombre, cochinita (cerdo) horneado. Se trata de una técnica de cocción prehispánica en el que el sabor lo aporta un marinado largo en achiote. El achiote es u fruto del árbol del mismo nombre que se utiliza como condimento y también era usado como tinte de ropajes y telas. Es difícil de encontrar en tiendas, puedes comprarlo aquí.
En horno tradicional, aunque he intentado reproducirlo, no conseguí lo que quería, y es que esta platillo mexicano, requiere eso, cocción lenta. Se dice que fue en el Yucatán donde los habitantes originarios se animaron a probar la carne de cerdo importada de Europa, y es por eso que muchos de los platillos con cerdo son originarios de esa península mexicana.
He intentado ser lo más fiel al original, con los problemas que eso entraña, ya que ciertos chiles son difíciles de conseguir como son el piquín o el habanero de la salsa de cebolla morada que acompaña a la carne, así que, los he eliminado o sustituido por otras cosas. También he sustituido el zumo de lima (limón para los mexicanos) por limón, porque solo tenía una y la dejé para el atrezzo. Encuentro que el resultado final es muy parecido a lo que he comido en algunos restaurante mexicanos. Y para los tiempos de cocción he seguido los consejos de Marta Mairanda.
Y sí, presento para un concurso de tapas un taco de cochinita pibil en crock-pot, porque la tapa, aunque es muy española, es más un concepto, y un platillo mexicano como este es tan ‘tapa’ como cualquier otra cosa, ¿o no?
Y para no saber que contar, no está mal, vamos a por la receta que al final es lo que te ha traído hasta aquí.
Tiempo Total: 31H
Dificultad: Fácil
Comensales: Para 4 personas
Ingredientes
Para la carne:
1 kilo de cabecero de lomo (con o sin hueso) o bien de paletilla. 100 gramos de pasta de achiote Zumo de 3 naranjas 1/2 taza de vinagre blanco Zumo de 2 limones 1/2 cucharadita de pimienta negra 1/2 cucharadita de canela 3 dientes de ajo enteros partidos por la mitad 1/2 cucharadita de chile piquín (yo puse media guindilla) 1 cucharadita de sal 2 cucharadas de manteca de cerdo a temperatura ambiente 2 hojas de laurel Para la salsa de cebolla morada:
3 cebollas moradas Zumo de 2 limones Zumo de 1 naranja Media taza de vinagre blando 1 pimiento habanero asado y picado (yo no le puse, añadí una guindilla)
si queréis potenciar un cierto sabor ahumado, se puede añadir unas gotas de humo líquido.
Para servir:
Tortillas de trigo o maíz Cilantro (o perejil) fresco Limas
Instrucciones: En la batidora oster ponemos todos los ingredientes de la marinada, menos la hoja de laurel y los ajos y batimos a máxima velocidad hasta obtener una pasta bastante líquida. Cortamos la carne en trozos grandes de unos 5cm y la ponemos en un recipiente, vertemos la marinada por encima, añadimos los dientes de ajo partidos y las hojas de laurel. Removemos y tapamos. Procura que toda la carne quede cubierta por la marinada. Y como esto va de ir "slow" deja en la nevera al menos 6 horas aunque es recomendable una noche incluso más. Introduce la carne y la marinada en una bolsa de asar, ciérrala y ponla en el recipiente cerámico de la Crock-pot, programa 6 horas en BAJA. Acabado el tiempo, y con unas guantes porque el achiote tiñe las manos, desmenuza la carne y ponla en un recipiente. Luego mójala bien para que quede jugosa con la marinada. Para hacer la salsa de cebolla morada, recuerda que debe marinar al menos 4 horas, parte las cebollas en juliana y ponlas a marinar en un recipiente con los zumos de cítricos y con el vinagre. Si tienes añade un habanero asado, picado, si no, una guindilla o cayenas. t Sirve sobre tortillas de trigo o maíz calientes (yo las envuelvo en un trapo de cocina limpio y lo hago en el microondas a máxima potencia unos 2 minutos), poniendo la carne, la cebolla, el cilantro y acompañado de lima que se pondrá por encima antes de comer ¡Veréis que tacos más ricos!
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ha sido publicado originalmente en Cocinando con CatMan. Puedes seguirme también en Twitter, Facebook y Google+.