Su mamá Rocío, quería una tarta Fondant de princesas, así que nos basamos en la tarta de Paloma, pero claro, dándole un toque distinto.
Esta tarta sería de una sola planta, de color fuxia y los detalles en blanco. A mi, personalmente, me encantan esos colores para las tartas de princesas.
Empezamos con el bizcocho, evidentemente un MSC, ideal para las tartas fondant. Como todos los bizcochos, lo dejamos reposar 24 horitas para que esté perfecto para el corte.
Al día siguiente, baño y cobertura de choco. Como el bizcocho era de vainilla, el almíbar tenía el mismo sabor... pero bien bañado. Las tartas fondant suelen ser muy secas, y a mi no me gustan así que mi intención fue bañarlo en condiciones, espero no haberme pasado. Después el chocolate, por dentro, entre capa y capa y por fuera una buena capa ya que el bizcocho estaba muy bañado. Otra vez... reposar 24 horitas.
Por fin llegó el día de la decoración y donde peor lo paso porque nunca, nunca veo las tartas perfectas. La cubrimos con fondant fuxia, la cinta que rodeaba la base de la tarta en blanco y los detalles... mariposas y flores.
Por supuesto la corona de princesa. La corona fue mi gran comedero de cabeza... no la veía, no sé demasiado alta, desproporcionada... pero luego puesta no quedaba nada mal. Muy muy sencilla, ya que el resto de la tarta llevaba los detalles. Pero la corona nos indicaba que la tarta era para una princesita.
A la hora de envolverla... uf.. la corona se empezó a mover. Recolocación. Ya estaba perfecta. Quedaba lo mas preocupante... el viaje en coche hasta el domicilio de la mamá de verónica. Sí, todo se movía, ya en el domicilio, no quería ni mirar la corona.. se había desplazado y había perdido parte de las bolitas plateadas... madre mía...
Sé que a Rocío le encanta la repostería y que seguramente, a la hora de la presentación, la tarta estará perfecta. Pero es un error que no podemos permitir que vuelva a pasar.
Sigo diciendo lo mismo, de cada tarta se aprende. Y en esta tarta me quedo con la parte positiva, siempre. Estoy segura de que a Verónica le va a encantar tener su propia tarta de cumple con colores tan bonitos. Porque si, Verónica es una auténtica princesa.