Os pongo la receta y el tutorial para la elaboración de la tarta (evidentemente, para gente como yo, que hace tartas ocasionalmente para sus hijos, no para todas las profesionales de las tartas que pululan por Internet y hacen unas tartas de impresión). La verdad es que son tartas ligeramente más complicadas que las de cumpleaños de toda la vida, pero muy agradecidas.
Lo primero ha sido hacer el BIZCOCHO, que es lo que se denomina un MSC (Madeira Sponge Cake):
He hecho dos, para que la tarta fuera suficientemente alta. Cada uno lleva:
- 3 huevos
- 150 gramos de azúcar
- 150 gramos de harina con levadura (bizcochona)
- 75 gramos de harina normal
- 150 gramos de mantequilla
Lo primero es tener los huevos y la mantequilla a temperatura ambiente (no vale con sacarlos de la nevera, hay que esperar un rato).
Comenzamos mezclando la mantequilla con el azúcar. Una vez tengamos una crema más o menos homogénea con ayuda de unas varillas (yo he utilizado la batidora normal con el accesorio de varillas, porque no tengo ningún robot de cocina) vamos incorporando los huevos uno a uno. Una vez añadidos todos los huevos echamos la mezcla de los dos tipos de harina y seguimos batiendo. Nos quedará una masa espesa, que hay que distribuir con cuchara o espátula.
En este punto hemos añadido colorante y la tarta por dentro es verde, porque mi hija es de la teoría que menos es menos, que lo que ella quiere es colorido y alegría. Por cierto, ahora en los hipermercados grandes venden todo tipo de cosas para este tipo de tartas (en mi caso, el lápiz para las letras, los colorantes y parte del fondant junto con las perlitas vienen de Carrefour), y en los chinos cortadores de distintas formas (los míos son de Casa de un lote de cortadores de galletas, y de los chinos las flores y las mariposas).
Una vez hecha la masa la distribuimos sobre un molde previamente encamisado (para ello hay dos opciones principales: forrarlo por dentro de papel de hornear o bien untarlo de mantequilla y espolvorear harina por encima).
El horno debe estar caliente (lo encendemos un rato antes y lo ponemos a 160 grados, aproximadamente). Una vez caliente metemos el bizcocho el tiempo necesario para la cocción perfecta (mínimo media hora o 40 minutos; varía en función de los hornos). La tarta sube bastante, sobre todo por la parte central o joroba, y hay que pincharla para comprobar que está bien hecha.
Una vez hecho el bizcocho esperamos a que se enfríe para desmoldarlo. Yo lo he hecho con un día de antelación, para que resulte más fácil partirlo. Se conserva estupendamente envuelto en film transparente, dentro de la nevera (o incluso fuera si no hace demasiado calor).
Para el RELLENO he hecho una ganaché de chocolate blanco.
Necesitamos:
- 200 ml de nata (crema de leche) (no vale nata (crema de leche) desnatada, ha de ser la nata (crema de leche) con 35% de materia grasa)
- aproximadamente 500 gramos de chocolate blanco (esta proporción varía según el tipo de chocolate blanco, pero es mejor que quede bien espesa)
La realización es facilísima:
Ponemos la nata (crema de leche) a fuego medio; cuando esté caliente la retiramos del fuego y echamos el chocolate blanco (previamente lo habremos dividido en onzas). Mezclamos cuidadosamente hasta que se forme una crema homogénea y sin grumos.
Una vez hecha la ganache (que por cierto está buenísima, pero sólo con mirarla he engordado medio kilo) la ponemos en la nevera hasta el momento de utilizar (la ganaché también la he hecho el día anterior a montar la tarta).
Hoy nos hemos dedicado a montar la tarta (se la llevará mañana al colegio). Como base he utilizado una base de tartas que tenía de otras veces, forrada en Airon Fix blanco (se puede limpiar con una bayeta y es muy higiénico).
Lo primero ha sido cortar la joroba de forma que quede completamente recta (o casi, me temo). Después he bañado el bizcocho con ALMÍBAR (está hecho poniendo a hervir 200 ml de agua, 200 gramos de azúcar y un chorrito de vainilla). Este almíbar, además, lo he utilizado para pegar las piezas de Fondant.
El ganaché de chocolate lo he utilizado como relleno y como cobertura, es decir, alrededor de toda la tarta para que se pegue el fondant al bizcocho.
El fondant está comprado tal cual, es decir, un bloque rosa, otro rojo y otro azul. El verde lo hemos hecho añadiendo colorante a un trocito de fondant blanco. Una vez amasado (es como plastilina) hemos estirado el rosa lo máximo posible y lo hemos puesto sobre la tarta.
Con cortadores de galletas hemos ido cortando los distintos dibujos (en realidad, mi hija ha hecho las distintas piezas, y mi hijo ha hecho las hojas de las flores artesanalmente, ya que no teníamos cortadores con forma de hoja). Tanto al zapato como a los corazones les hemos puesto perlitas (están pegadas con almíbar, y de nuevo se las ha puesto mi hija).
Yo he hecho una rosa con una tira larga de Fondant enrollada, y el tallo y la hoja se lo ha puesto mi hijo.
El aspecto brillante del fondant se debe a que lo he pintado con almibar para que algunas piezas queden más bonitas, y las fotos están hechas antes de que se termine de secar. No conviene meter estas tartas a la nevera porque el fondant suda (le salen gotitas por el cambio de temperatura cuando se saca) y eso no da brillo sino un aspecto más feo.
A mi marido le ha tocado poner las letras con el tubo de rotulador para pastelería, y se ha emocionado tanto que casi le tengo que amputar la mano para que no siguiera añadiendo detalles a la tarta.
En definitiva, nos hemos divertido un montón haciendo la tarta, que es realmente lo importante. El aspecto es muy bonito para ser principiantes y dado el instrumental que tenemos (vamos, que nos dejan una Kitchen Aid, un cortador de tartas y demás y hacemos la Torre Eiffel en un pis pas). Y lo que no se puede negar es que es lo que quería mi niña (ya no tan niña, me temo): una Tarta Fondant para chicas, con su zapato de tacón, sus labios y sus corazones. Sólo nos ha faltado poner un personaje de One Direction y ya sería la bomba.