Esta tarta sin horno es una versión del cheesecake de chocolate blanco del blog Xabi Likes Chocolate. En cuanto la vimos nos apeteció, por lo que nos pusimos manos a la obra para hacer la nuestra propia. Es muy parecida a la receta de cheesecake que hicimos hace poco, ya que tiene una base de galleta crujiente (que nos encanta!) y un relleno de queso al que se le añade chocolate blanco para darle más sabor. Pero esta vez es una tarta sin horno, ya que ni siquiera la base de galletas hay que hornearla.
Hay que preparar la tarta sin horno con antelación, ya que lo recomendable es refrigerar la tarta de chocolate blanco durante toda una noche en el frigorífico. Al no hornearla y llevar gelatina para que solidifique, ésta necesita enfriar unas cuantas horas para coger consistencia y que no se nos rompa la tarta. Por lo demás, ya veréis que este cheesecake de chocolate blanco es super sencillo de hacer!
Receta de tarta sin horno de chocolate blanco
INGREDIENTES – Para una tarta de 25cm
Para la base de galleta
250 g de galletas Digestive
120 g de mantequilla
Para el relleno de chocolate blanco
6 láminas de gelatina
400 g de nata (crema de leche) líquida
120 g de azúcar
75 g de chocolate blanco
400 g de queso ricotta
Para el coulis de fresa
Mermelada de fresa casera
Fresas
ELABORACIÓN
Engrasamos nuestro molde desmontable para la tarta sin horno de chocolate blanco. Es muy importante que sea desmontable ya que esta tarta no es tan rígida como un bizcocho, y hay que tener cuidado al desmoldarla. Nosotros utilizamos un molde de silicona de Lacor, ya que son muy fáciles de lavar y tienen una pinza para que cierre bien y no salga la masa. Comenzaremos primero con la base de la tarta de chocolate blanco, ya que así la dejaremos en la nevera mientras seguimos haciendo el relleno. Esta base puede hacerse con las galletas que más os gusten, pero para nosotros las que mejor quedan son las Digestive o las Chiquilín.
Comenzamos desmenuzando las galletas. Como nos gusta que queden algunos trozos en la base, metemos las galletas en una bolsa de congelados y las desmenuzamos pasando el rodillo. Es lo que más cómo se nos hace, pero también pueden triturarse con un molinillo o batidora (eso sí, parad antes de que quedo polvo fino).
Derretimos la mantequilla en el microondas, y la mezclamos con las galletas trituradas. Removemos todo bien para que la galleta se integre y forramos el fondo de nuestro molde con esta galleta, presionando con los dedos o una cucharilla para formar una base bien compacta. Dejaremos enfriar la base de galleta en la nevera, y mientras nos pondremos a hacer el relleno para nuestra tarta sin horno. Tened todos los ingredientes pesados antes de empezar.
En un bol pequeño, hidratamos las láminas de gelatina sumergiéndolas en agua para que reblandezcan durante 5 minutos.
En un cazo, calienta muy suavemente la nata (crema de leche) líquida junto con el azúcar, y cuando esté caliente, añade las láminas de gelatina bien escurridas. Remueve todo hasta que el azúcar y la gelatina se disuelvan.
Derretimos el chocolate blanco en el microondas. Como siempre, mucho cuidado de que no se os queme, por lo que ir calentando de 5 segundos en 5 segundos, removiendo cada vez hasta que se derrita por completo.
En un bol grande, batimos el queso ricotta y añadimos el chocolate blanco derretido y la mezcla de nata (crema de leche). Removemos bien hasta homogeneizar.
Vertemos la mezcla sobre nuestro molde de silicona con la base de galleta. Una vez tenemos el relleno de nuestra tarta sin horno preparado, lo llevamos a la nevera para que enfríe al menos 6 horas. Lo mejor es hacerla el día anterior y dejarla en la nevera toda la noche.
Cuando haya enfriado del todo, solo quedará decorar la tarta de chocolate blanco sin horno con mermelada. Podéis utilizar cualquier mermelada, pero lo mejor es utilizar mermeladas caseras, como la que de fresas que os enseñamos a hacer y es la que hemos utilizado en esta receta. Aunque la temporada esté acabando, también podéis añadirle fresas troceadas por encima o cualquier otro fruto rojo como frambuesas o arándanos.
Consejos para una tarta sin horno de chocolate blanco perfecta
Es muy importante que utilicéis un molde desmontable. Puede ser de silicona o metálico, pero que tenga un buen cierre para que no se nos salga la masa en la nevera.
Mucho cuidado al calentar el chocolate blanco en el microondas. De echo, el chocolate blanco se quema con más facilidad que el chocolate negro, por lo que es importante calentar unos pocos segundos, sacarlo, remover y ver como está. Si le queda poco por derretirse disminuir el tiempo.
También puede derretirse el chocolate blanco al baño maría. Así nos aseguraremos de que no se nos quema.
Enfriar la tarta sin horno en la nevera durante toda la noche. Así cogerá más cuerpo. Sacarla un poco antes de servirla para que no esté demasiado fría.
Hemos utilizado nuestra mermelada de fresas casera, pero puede utilizarse cualquier otra mermelada. Para que podamos esparcirla bien sobre la tarta es aconsejable calentarla un poquito en el microondas y añadirle unas gotitas de zumo de limón. La entrada Tarta sin horno de chocolate blanco aparece primero en The Cooking Lab.