He de decir que no soy muy fan del chocolate blanco pero tenía una tableta por casa y no sabía cómo gastarla, así que aprovechando que un sábado vino a comer mi familia a casa, la hice en menos de 15 minutos.
Necesitamos:
- Un paquete de galletas tostadas o maría, según gusten.
- Un pedacito de mantequilla temperatura ambiente
- Nata (crema de leche) para cocinar-200ml (no es necesaria la de montar, así quedará más light)
- Tableta para postres de chocolate blanco (yo usé la marca Nestle)
- 4 láminas de gelatina
Empezamos machacando el paquete de las galletas, bien a golpes, con mortero, con batidora, o como queráis. Calentamos la mantequilla unos segundos para que nos quede líquida y la añadimos a las galletas, formándose una masa compacta que luego repartiremos en el molde donde haremos la tarta.
Por otro lado, ponemos en un cacharrito con agua las láminas de gelatina para que se vayan hidratando.
Y por otro lado, ponemos a calentar la nata (crema de leche) en un cazo, añadimos cuando esté calentita el chocolate blanco y removemos (que no llegue a hervir, lo tendremos el tiempo suficiente para que el chocolate se funda). Añadimos la gelatina y apartamos.
Solo queda montar la base de galleta en el fondo del molde, añadir la mezcla de la nata (crema de leche), gelatina y chocolate y meter en el frigorífico un mínimo de 3 horas, facilísima ¿verdad? pues de sabor queda super suave y nada empachosa, probadlo y ya me contaréis.
FELIZ DIA, COMO SIEMPRE, Y ¡FELICES FIESTAS!
Aprovecho para colarme en el finde frugal de Marcela, en el que hay un montón de ideas chulísimas!