Y es que este fin de semana, aprovechando el buen tiempo, me fui a dar un paseo por el canal de Nottingham y vi un montón de moras en el camino. Así que volví a casa, cogí un par de táperes y me adentré entre los matorrales para llenarlos de moras frescas. Agosto y septiembre es la temporada de esta fruta, por lo que hay que aprovechar este período para recogerlas y preparar este delicioso cheesecake de mora sin horno.
Como ya os comenté en la tarta de chocolate blanco, para que los cheesecake que no se hornean mantengan su estructura, se les añade gelatina a modo de espesante, por lo que para este cheesecake de mora sin horno he utilizado gelatina en láminas. También se puede utilizar gelatina neutra en polvo o gelatina vegetal, pero tened siempre en cuenta la cantidad de gelatina que se necesita para el líquido que añadamos.
Si acabáis con muchas moras, recordad que también tenéis la receta del helado de moras casero, pero guardad 300 g para probar este cheesecake de moras sin horno. Veréis como os encanta y utilizáis todas las moras para hacer más cheesecakes.
Cheesecake de mora sin horno
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Preparación
Cocción
Tiempo total
Este cheesecake de mora si horno es perfecto para el verano. Las moras están de temporada y nos permiten hacer un cheesecake frío delicioso.
Autor: TheCookingLab
Tipo de receta: Postres
Comensales: 1 cheesecake
Ingredientes
Para la base de galleta
250 g de galletas Digestive
120 g de mantequilla
Para el almíbar de moras
300 g de moras
100 g de azúcar
Para el cheesecake
8 hojas de gelatina neutra
125 mL de leche entera
500 g de queso Philadelphia
200 mL de nata (crema de leche) para montar
35 g de azúcar
Elaboración
Normalmente en los cheesecakes se prepara primero la base de galletas, pero como para el cheesecake de mora necesitamos un almíbar de mora, es mejor prepararlo al principio para que cuando lo necesitemos esté atemperado.
Calentamos en un cazo a fuego medio las moras con el azúcar.
Cuando el azúcar se haya disuelto por completo, bajamos el fuego al mínimo.
Seguimos calentando la mezcla unos 10 minutos a fuego bajo para que vaya reduciendo y acabemos con un almíbar de moras.
Cuando tengamos listo el almíbar, colamos las pieles con ayuda de un colador y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Con el almíbar listo, comenzaremos preparando la base de galleta, ya que tiene que enfriar en la nevera antes de añadir la masa del cheesecake.
Troceamos las galletas y las metemos en una bolsa de congelados.
Con ayuda de un rodillo o mortero trituramos las galletas hasta que nos quede un polvo fino. También puede hacerse con molinillo, pero a mi me gusta que queden trozos irregulares de galleta.
Colocamos la mantequilla en un bol apto para calentar y la derretimos en el microondas.
En un bol, vertemos la mantequilla derretida sobre las galletas trituradas y mezclamos bien con las yemas de las manos para obtener una especie de crumble de galletas.
Forramos la base de nuestro molde (en este cheesecake de mora sin horno he utilizado un molde de 18 cm) con la masa de galleta y presionamos con los dedos para formar una base compacta.
Dejamos enfriar la base del cheesecake en la nevera unos 20 minutos.
Mientras la base de nuestro cheesecake de mora frío está en la nevera, iremos preparando la mousse de moras.
Sumergimos en agua templada las hojas de gelatina durante 5 minutos, hasta que reblandezcan.
Calentamos la leche en el microondas y añadimos sobre la leche caliente las láminas de gelatina bien escurridas.
Removemos bien la mezcla hasta que las hojas de gelatina se disuelvan.
En un bol más grande juntamos el queso cremoso tipo Philadelphia, el almíbar de moras y vertemos la mezcla de leche con gelatina.
Mezclamos todo bien hasta que se homogeneice.
Vertemos la nata (crema de leche) para montar bien fría en un bol y batimos con varillas de montar durante 2-3 minutos, hasta que tenga una textura de crema.
Cuando la nata (crema de leche) comience a espesar iremos añadiendo los 35 g de azúcar en forma de lluvia y seguiremos batiendo unos minutos más para montar la nata (crema de leche) por completo.
Añadimos la mitad de la mezcla del queso y moras a la nata montada (crema de leche) suavemente, y con una lengua repostera mezclamos con movimientos envolventes.
Añadimos la otra mitad que nos queda y seguimos mezclando de la misma forma para que no pierda el aire.
Sacamos la base de galleta de la nevera y añadimos la mousse del cheesecake de mora.
Aplanamos un poco la superficie con una lengua repostera y volvemos a llevarla a la nevera para que enfríe al menos 4 horas.
Una vez tengamos el cheesecake de mora frío podemos añadir más moras silvestres por encima como decoración.
3.5.3226
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