Las layer cakes son una de las recetas que más me gustan. ¡Son tan versátiles! Hay miles de combinaciones diferentes y casi todas son irresistibles. Yo ya he probado muchas, pero esta de chocolate, naranja y mango la verdad es que es una pasada. El resultado no es tan empalagoso gracias al toque cítrico de la naranja, no solo presente en la mermelada, sino también en el bizcocho y en el almíbar.
Pero una de las cosas que más me han gustado de la tarta ha sido el ganaché. Le añadí un poco de glucosa y la verdad es que el resultado fue fantástico: adquirió más brillo, lo que le da un toque final al bizcocho impresionante. Soy un fan absoluto del ganaché de chocolate negro. Creo que le tendré que dar algún día la oportunidad a los demás chocolates, pero creo que aún no estoy preparado para dar ese paso. #FanNumero1DelGanacheDeChocolateNegro... ¡Ya lo he dicho!
Y dejo de dar la murga, que tengo que estudiar (mucho) que esta semana acabo (por fin) los exámenes. El jueves seré libre y no sé si seré capaz de esperar al viernes para encender el horno/fuegos o esa misma noche prepararé algo... ¡Ya veremos qué pasa! ¡Deseadme suerte! Prometo que a partir del viernes estaré más activo por aquí. ¡PROMETIDO!
Layer cake de naranja, mango y chocolate
Dificultad: Fácil
Tiempo horneado: 40 mins (aprox)
Raciones: 12
Etiqueta: Postre
Para el bizcocho
4 huevos
400 gr de azúcar
Ralladura de dos naranjas
375 gr de harina
Tres cucharaditas de levadura
200 ml de aceite
200 ml de leche
Una cucharadita de extracto de vainilla
Para el almíbar
80 ml de agua
100 gr de azúcar
Zumo de dos naranjas
Para decorar
Mermelada de naranja, mango y Cointreau
400 gr de chocolate negro
275 ml de nata (crema de leche) de montar
20 gr de glucosa (opcional)
Azúcar dorado
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Comenzamos preparando el bizcocho. Rallamos las naranjas y se lo añadimos al azúcar. Revolvemos bien para que se impregne bien del sabor y olor de la naranja.
- En un bol separamos las claras y las montamos a punto de nieve con una pizca de sal.
- En otro bol, mezclamos bien las yemas, con el azúcar, la vainilla, la leche y el aceite.
- Tamizamos la harina con la levadura y lo añadimos a la mezcla anterior. Batimos con cuidado con una espátula, sin hacer mucha fuerza y con movimientos envolventes.
- Añadimos las claras montadas a la mezcla y las integramos con cuidado. Si batimos muy rápido perderán el punto de nieve. Yo utilizo la espátula, no tengáis prisa a la hora de incorporarlas, cuanto menos bajen más esponjoso quedará el bizcocho.
- Engrasamos dos moldes de bizcocho de 20 cm cada uno y echamos la masa. Intentamos echar la misma cantidad de masa en ambos moldes.
- Horneamos durante al menos 40 minutos o hasta que el palillo salga limpio.
- Si veis que sube mucho y se va a quemar, pasado ese tiempo se puede colocar un trozo de papel de plata tapando el bizcocho.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar en el molde unos 10 minutos.
- Desmoldamos con cuidado y traspasamos a una rejilla. Dejamos enfriar por completo.
- Mientras se hornea el bizcocho, prepararemos el ganaché de chocolate. Para ello, calentaremos la nata (crema de leche) y la glucosa en un cazo hasta que roma a hervir. Conforme se vaya calentando, la glucosa se irá haciendo más líquida, deberemos revolver bien para que se integre perfectamente.
- Mientras se calienta, troceamos el chocolate en un bol.
- Cuando la nata (crema de leche) esté hirviendo, la echaremos sobre el chocolate y dejaremos reposar un minuto o dos para que se vaya fundiendo el chocolate. Pasado ese tiempo, revolveremos bien con una espátula hasta que el chocolate esté totalmente fundido y tengamos una crema de chocolate brillante y uniforme.
- Dejamos cuajar a temperatura ambiente hasta que tenga la consistencia de la nocilla.
- Con una lira cortamos los bizcochos por la mitad y los nivelamos. Al final tendremos cuatro planchas de bizcocho iguales.
- Vamos a preparar el almíbar. Para ello, ponemos el agua, el zumo y el azúcar en un cazo a fuego medio alto. Calentamos hasta que rompa a hervir. Mantenemos cinco minutos y retiramos del fuego. Dejamos que enfríe un pelín.
- Con un pincel vamos pintando la superficie de nuestros bizcochos, de los cuatro.
- Comenzamos el montaje. Colocamos una de las planchas sobre la base donde vamos a presentar nuestra tarta. Cubrimos con una capa de mermelada de mango y naranja.
- Colocamos una plancha de bizcocho encima y cubrimos con una capa de ganaché de chocolate.
- Colocamos una plancha de bizcocho y volvemos a cubrir con mermelada.
- Acabamos con otra plancha de bizcocho.
- Ahora, con la ayuda de una espátula, cubriremos nuestra tarta entera con una fina capa de ganaché de chocolate. No debe ser muy gruesa, nos servirá para sujetar las migas. Metemos en la nevera 15 minutos.
- Sacamos de la nevera y, ahora sí, cubrimos nuestra tarta con ganaché de chocolate intentando que nos quede lo más perfecta posible.
- Cuando la tengamos casi perfecta, calentamos un vaso de agua. Metemos la espátula dentro y dejamos que se caliente la hoja durante 5 minutos. Sacamos del vaso, la secamos y vamos pasándola por toda la superficie y los bordes de la tarta para darle un acabado perfecto.
- Para terminar, con el ganaché que hemos retirado, haremos conchas en la parte de abajo y de arriba de la tarta, así le daremos un toque perfecto a nuestra tarta. Yo he utilizado la boquilla nº22 de Wilton.
- Espolvoreamos azúcar dorado por la parte de arriba de nuestra tarta.
- Servimos en frío.
¡A disfrutar!
- Si no tenéis mermelada de naranja y mango, os animo a hacerla... Si no, podéis utilizar una de naranja, de albaricoque o de la fruta que queráis.
- La glucosa es optativa. Yo la he añadido para darle más brillo al ganaché. ¡Queda súper bonito!
Fuente: este post proviene de Jaleo en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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