Me declaro una fanática del tiramisú. Junto al NY cheesecake y el brownie tradicional, creo que es uno de los postres más típicos pero de los que nunca podría cansarme. Y me gusta en todos sus formatos: en tarro, en fuente o molde, en porción individual o en corte de tarta. Pero he de reconocer que desde que empecé con el blog, me empeñé en conseguir preparar un tiramisú en formato tarta, sin molde ni fuente, con el auténtico sabor a tiramisú y sin que la crema quedase demasiado blanda y el tiramisú desmontado. Por fin, lo he conseguido! Y quiero dar las gracias a Adrián, Dulcerias con sorpresa, por darme a conocer la receta de la crema de mascarpone directamente traída de la prestigiosa Escuela Hoffman de Barcelona, y con la que os aseguro que es imposible fallar! El resultado es un relleno super cremoso, aireado y con el auténtico sabor a pasta bomba con mascarpone.
El próximo deseo: ir a Italia y saborear el verdadero tiramisú, hecho con queso mascarpone puramente original.
Por cierto, os cuento que en esta ocasión mi tarta tiramisú es completamente sin horno. Resulta prácticamente imposible encender el horno aún a estas alturas del año, y una muy buena opción para no derretirte en la cocina es usar los típicos bizcochitos savoiardi, muchos de ellos ya especiales para preparar tiramisú. El resultado es riquísimo si los empapas en un rico almíbar de café y ron Amaretto, como el que os explicaré un poquito más abajo. Vamos con la receta!
TIRAMISÚ. RECETA TRADICIONAL SIN HORNO
*Molde redondo 18cm diámetro.
INGREDIENTES para el relleno de crema mascarpone:
6 yemas de huevos M
145g azúcar
50ml agua
600g queso mascarpone
2 hojas de gelatina neutra
PREPARACIÓN del relleno de crema mascarpone:
Hidratamos las hojas de gelatina en un bol con agua muy fría durante unos 15 minutos aproximadamente.
Colocamos las yemas de huevo en el bol de nuestra batidora y batimos a velocidad media hasta que éstas espumen y obtengan un tono más claro.
Al mismo tiempo que las yemas se van batiendo, juntamos el azúcar y el agua en un cazo. Lo ponemos a fuego medio hasta que alcance los 118º (el azúcar se derrite por completo y se forma un almíbar). Lo retiramos del fuego y añadimos las hojas de gelatina ya hidratadas y bien escurridas. Batimos con las varillas de mano para que se derritan con el calor del almíbar y se incorporen con la mezcla.
Sin dejar de batir las yemas, a velocidad baja, incorporamos el almíbar anterior en forma de hilo. Cuando esté todo añadido, subimos la velocidad de nuestra batidora, progresivamente, para que la mezcla se monte. Debemos batir hasta que la mezcla esté fría y tenga cuerpo.
Nos aseguramos de que la mezcla no desprende ningún calor antes de añadir el mascarpone, que lo pondremos frío, directamente sacado de la nevera. Lo añadimos poco a poco, con una espátula de mano, realizando movimientos envolventes.
Batimos un poco toda la mezcla con las varillas de mano para asegurarnos de que no queda ningún grumo de queso mascarpone.
Tapamos la crema con papel film y la dejamos reposar en la nevera para que obtenga más consistencia y firmeza antes de montar la tarta.
INGREDIENTES para el almíbar de café:
250ml agua
250g azúcar
3 y 1/2 cucharadas de café soluble
60ml licor Amaretto
PREPARACIÓN del almíbar de café:
En un cazo, colocamos el agua (retiramos un poco de agua en un vaso para uso posterior) y el azúcar hasta que llegue a punto de ebullición. Mantenemos en el fuego, hirviendo, durante 5 minutos y pasado este tiempo lo retiramos del fuego.
Disolvemos el café en el agua que hemos retirado anteriormente (poca, un par de dedos como máximo). Removemos para que no queden grumos y lo incorporamos al almíbar.
Añadimos también el licor Amaretto y removemos.
Esperamos a que temple para poder montar la tarta y que el almíbar de café no derrita la crema de mascarpone en el montaje de la tarta.
INGREDIENTES para el MONTAJE de la tarta tiramisú:
Bizcochos de soletilla
Almíbar de café (preparado anteriormente)
Crema de mascarpone (preparada anteriormente)
Cacao puro en polvo
MONTAJE de la tarta tiramisú:
Forramos la base y los laterales de nuestro molde con papel de horno o bien con acetato.
*Truco/consejo: si queremos presentar nuestro tiramisú sin molde, en formato tarta, es importante forrar el molde para que luego podamos desmoldar sin problemas y el acabado sea liso. También puedes presentarlos en vasos, copas o cualquier tipo de bandeja.
Empezamos a preparar la primera capa de la tarta. Mojamos los bizcochos de soletilla en el almíbar de café hasta que estén bien empapados. Los vamos repartiendo por toda la base, sin que queden espacios entre unos y otros. Para ello, podemos cortar los bizcochos de soletilla en porciones más pequeñas que se ajusten a la forma del molde.
*Truco/consejo: a mi me gusta usar bizcochos de soletilla duros, los clásicos del tiramisú que también se conocen como savoiardi. Si usas los mismos que yo, te recomiendo dejar los bizcochos sumergidos unos segundos para que se impregnen bien, también su interior, pero vigilando de no dejarlos demasiado y se deshagan o se queden demasiado blandos.
Colocamos una primera capa de crema de mascarpone, más o menos la mitad de la preparación. Si queremos ser más precisos con las cantidades, nos ayudamos de una cuchara de helados y colocamos 8 bolas de crema de mascarpone. Alisamos bien con una espátula de mano.
Preparamos una segunda capa de bizcochos de soletilla remojados en el almíbar de café, y los colocamos sobre la capa de crema de mascarpone, presionando ligeramente y evitando que queden huecos entre unos y otros.
Volvemos a cubrir con una capa de crema de mascarpone, en esta ocasión 6 bolas. Alisamos con la espátula.
*Truco/consejo: si queremos que nuestro tiramisú sea liso, colocamos las 8 bolas de crema de mascarpone. En el caso de querer realizar alguna decoración, reservamos un poco de la crema.
Con ayuda de una manga pastelera y una boquilla redonda, decoramos la superfície de nuestra tarta tiramisú. Si vemos que la crema no tiene suficiente consistencia para formar puntos estables, metemos la crema de mascarpone durante 30 minutos en la nevera para que coja más cuerpo. Aprovechamos para congelar nuestra tarta durante este tiempo. Pasados los treinta minutos, sacamos del congelador la tarta y de la nevera la crema y decoramos la tarta.
Metemos nuestra tarta tiramisú dentro del congelador durante un mínimo de 2 horas para que la crema solidifique por completo y podamos desmoldarla sin peligro.
Cuando queramos consumir nuestra tarta tiramisú, la sacamos del congelador. Desmoldamos y espolvoreamos con el cacao en polvo. Dejamos reservar en la nevera para que la crema esté más suave y ya podemos servirla!
Ahora sí, queda inaugurada esta nueva temporada en el blog con un básico que nunca defrauda! Y para todos los fanáticos del tiramisú, os recomiendo muchísimo que os animéis con la receta y me deis vuestra opinión. Como siempre, me quedo aquí y en mis redes sociales para responder vuestras dudas y leer todas vuestras opiniones.
Recordad que me encanta ver como os quedan mis dulces, así que si os animáis a preparar este delicioso tiramisú, o cualquiera de las recetas que tengo en mi blog, podéis hacerme llegar una foto y un comentario. Me hará muy feliz!
Besoooooootes,
Ainhoa.