¡Viva la tortilla! Y viva en todas sus variantes y modalidades. Y es que creo que es uno de esos platos que están siempre presentes en nuestras vidas ya sea en el día a día (como plato de recurso bueno-rápido-barato) como en celebraciones familiares o cenas de picoteo con los amigos. De hecho, creo que no conozco a nadie a quien no le guste una buena tortilla y lo mejor es que es casi como el pan, que todo le va bien, así que la puedes rellenar con lo que se te ocurra y hacer mil y una recetas con ella. No cansa.
En esta ocasión, me decidí por una tortillita de alcachofas. Ya sabéis que me encantan las verduras y siempre las intento añadir a todos mis platos. Quedó buenísima y la prueba es que prácticamente acabamos con ella entre mi novio y yo. ¡No podíamos parar! jaja!
INGREDIENTES
- 4 huevos
- 4 alcachofas
- 1/2 cebolla
- Agua
- El zumo de medio limón
- Aceite de oliva
- Sal
PREPARACIÓN
¿Manos limpias? ¡Empezamos!
1. Deshojamos las alcachofas hasta llegar al corazón, cortamos el tallo y la parte superior de las hojas. Conforme vayamos teniendo los corazones listos, los introducimos en un bol con agua y el jugo de medio limón para que no se oxiden.
2. Una vez tenemos todos los corazones listos. Los introducimos en un recipiente apto para cocción al microondas con tapa y programamos 3 minutitos a máxima potencia. (Si me leéis ya sabéis que siempre paso las verduras por el microondas antes para que se reblandezcan y luego tarden menos en cocinarse). Una vez listos, los troceamos y reservamos.
3. Batimos los huevos en un bol y los salamos. Reservamos.
4. Cortamos la mitad de la cebolla en juliana.
5. Echamos un chorrito de aceite en una sartén y ponemos la cebolla a pochar. Cuando empiece a estar transparente, añadimos la alcachofa y removemos bien. Cuando ambos ingredientes estén cocinados, retiramos del fuego.
6. Añadimos las alcachofas y la cebolla al bol con los huevos batidos.
7. Ponemos la sartén al fuego con un chorrito de aceite y vertemos la mezcla de huevos, alcachofas y cebolla. Dejamos que cuaje.
8. Cuando esté cogiendo consistencia, le damos la vuelta a la tortilla ayudándonos de un plato llano y cocinamos bien por el otro lado.
9. Si es necesario volvemos a voltear la tortilla hasta que quede a vuestro gusto. (Depende si os gusta más o menos hecha). Una vez esté en su punto, retirar del fuego y servir.
Está igual de rica tanto fría como caliente así que podéis cocinarla de un día para otro sin problemas.
¡A disfrutar con una buena rebanada de pan con tomate y aceite!