En teoría, éste iba a ser mi plato estrella en la cena de trampantojos. Sin embargo, la estrella se apagó, el plato me salió fatal: Todo fue bien hasta el momento de bañar el huevo en el chocolate blanco. No había forma.Se me descongelaba, se me caía una mitad del huevo, el chocolate resbalaba como si fuese goma caliente Imposible. Me dí por vencida y dejé la preparación tal como la veis, sin el recubrimiento de chocolate. Aún así estaba buenísimo. Con chocolate debía estar insuperable.
Esta receta fue presentada por el cocinero Diego Guerrero, que lleva años sorprendiéndonos con sus creaciones y trampantojos. Hace algún tiempo presentó un falso mini babybel.
Esta creación que os presento la hizo en un programa de Top chef, el programa de Chicote, que se deshizo en alabanzas cuando terminó (cosa poco normal en Chicote).
El huevo es para comer de postre. Asemeja a un clásico huevo con yema (poco cuajada) que realmente es un puré de mango y clara que es una infusión de coco. El cascarón era chocolate blanco coloreado, pero ya sabéis que esta cáscara no me salió. Una pena. Hubiese quedado espectacular.
INGREDIENTES
Para la clara de coco
40 cl. de nata (crema de leche) liquida,
70 gramos de coco rallado,
40 cl. de agua,
200 gramos de azúcar blanquilla,
10 hojas de gelatina,
50 gramos de albúmina,
110 gramos de claras de huevo frescas.
Para la yema de mango
puré de pulpa de mango.
Para la cáscara
1 kilo de chocolate blanco 55%, 80-100 gramos de manteca de cacao (yo utlicé una grasa incolora e insípida “crisco” de venta en tiendas de repostería, colorante marrón, cobre en polvo.
Para adornar:
Yo le puse huevo hilado comprado.
ELABORACIÓN
Mezclar todos los ingredientes para hacer la falsa clara de coco, rehidratando previamente la gelatina. Una vez hecha, montar levemente la clara gelificada en la Thermomix o con una batidora de mano
y verterla sobre unos moldes con forma de huevo.
Para hacer la pulpa de mango simplemente pela el mango y pon la carne en el vaso de la batidora. Triturar
Poner la pulpa de mango en moldes de semiesferas (cubitera) y congelar.
Colocar cada semiesfera en el centro de cada una de las claras con forma de huevo y congelar.
Después desmoldar y unir las dos partes del huevo y volver a congelar.
Preparar el chocolate para hacer la cáscara fundiendo el chocolate con la manteca de cacao (o “crisco”)
y coloreándolo. Una vez tenemos el chocolate coloreado caliente en el baño María, bañar los huevos con ayuda de un palillo.
Conservar en nevera hasta el momento de servir.
Adornar con el huevo hilado la base de un cuenco y sobre ella colocar el huevo.
Mi opinión: Si conseguís que os salga el chocolate, me lo decís. Lo cierto es que está un postre que está muy rico y, la verdad, no es necesario hacerlo con forma de huevo. Pienso volver a repetirlo aunque tenga la forma del plato que lo contiene. Jeje