Y el último plato para los niños antes del postre fueron estos trampantojos de velas, que no eran otra cosa que canelones de pollo.
Tenía miedo de que la pasta se desmoronase, pero al final no fue así. Se mantuvo bien tiesa hasta el final. Queda original, pero de sabor bastante simplón. Quizás habría que utilizar un relleno más contundente. La idea de hacer las velas como un trampantojo la saqué de varios blogs de cocina, pero el relleno fue un poco aleatorio, buscando cualquier receta de relleno de canelones que fuese suave. Me daba miedo que el sabor fuerte no le gustase a los niños.
¿De dónde saqué la receta total? Pues, de varios blogs, ninguno en concreto porque fue sacando un detalle de este, dos detalles de otro, la presentación de otro
Ingredientes:
6 Cannelloni. Son un tipo de pasta en forma de canelón pero muy grandes. No los había usado nunca. Para los canelones siempre he usado la pasta esa en forma de sabanita cuadrada. La de canelones ¡vaya!. Esta pasta en forma de tubo, los cannelloni, la compre en Lidl, en la semana especial de Italia.
1 cebolla pequeña,
4 cucharada de salsa de tomate,
250 gramos de carne de pollo picada,
agua,
aceite,
2 vasos de leche,
2 cucharadas de harina y
2 cucharadas de mantequilla.
Modo de hacerlo:
Lo primero es cocer cannelloni. Las introducimos en agua hirviendo con una cucharada de sal y esperamos a que estén un poco blandas, sumergimos en agua fría y secamos con un paño.
El siguiente paso es hacer el relleno, para ello pondremos en una sartén una cucharada de aceite donde pochamos la cebolla cortada muy fina, cuando esté blandita añadimos la carne picada,
luego agregamos la salsa de tomate y rehogamos.
Dejamos que se enfríe un poco y rellenamos los canelones con una manga pastelera.
Ahora vamos a hacer la bechamel. En una sartén ponemos la mantequilla y esperamos que se derrita. Añadimos la harina y vamos moviendo firmemente para que no se hagan grumos y añadiendo, lentamente, la leche, hasta formar una pasta homogénea, suave y sin tropezones. Se pone por encima del canelón simulando la cera de la vela que, en algunos sitios, rebosa y se cae.
Finalmente, poner un rabito de manzana que simulará la mecha de la vela. Y ¡ya está!
Mi opinión: Justita. No triunfó entre los niños demasiado porque, aparte de que estaban reventados de comer, lo principal para que no les terminase de gustar fue que la pasta (los cannelloni) quedaron duros. Yo necesita que estuviese dura, consistente, para que las velas se mantuviesen en pie pero al final esta dureza no la hacía agradable. Es de suponer que estos canelones bien cocidos, quedarán buenos. Mi consejo es buscar también un relleno con más sabor.