Si no puedes esperar media hora para que se ablande la mantequilla, rállala con un rallador de queso. Otra alternativa es colocarla en una bolsa plástica y aplastarla con un rodillo de amasar. Si no quieres usar ninguno de estos utensilios, corta la mantequilla en octavos. Los trozos más pequeños se ablandarán más rápido.
Gracias por visitar mi blog, espero que te sea de ayuda. Pasa un buen día, y comparte este blog con tus amigos, saludos Laura