Preparar bien los ingredientes
Este es quizás un error que repetimos muchas veces pero es fácil de corregir. Un bizcocho esponjoso requiere que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente, de esta forma el contraste frío-calor no cortará la masa. Es importante sacar los ingredientes del refrigerador un rato antes de empezar a prepararlos, y la manteca tiene que estar blandita, o como se suele decir “en pomada”.
No sirve el truco del microondas para ablandar la manteca, porque lo único que conseguiremos es que se derrita en algunas partes y quede dura en otras. El único truco válido para acelerar los tiempos es cortar en trozos la manteca para que se vaya aclimatando por sí sola.
Batir bien los huevos
El huevo es clave para la calidad de la masa, y batirlos correctamente puede parecer sencillo pero a veces cometemos errores. En batidora eléctrica hay que batir los huevos junto al azúcar por 2 o 3 minutos por huevo. Si vamos a hacerlo sobre un baño maría, la temperatura no puede superar los 40º. Batir de esta forma asegura una buena emulsión que atrapará el aire para lograr un bizcochuelo bien esponjoso.
Tipos de harina
Otro consejo para lograr un buen bizcochuelo es elegir el tipo de harina adecuado. La harina floja, o de repostería, es la más indicada para hacer bizcochuelo. Si utilizas harina de fuerza, la masa no se levantará. La harina de fuerza posee un alto contenido de glúten, el resultado es una masa elástica, más apropiada para pizzas y empanadas.
Estos son algunos trucos para la preparación de un buen bizcocho para tus pasteles. Recuerda tomar nota y compartir con otros cocineros estos consejos, y otros que conozcas para una buena calidad en la preparación de tus alimentos.