Preparar yogur casero es muy sencillo, se puede hacer incluso sin yogurtera, aunque es verdad que este aparatito nos hace la vida un poquito más fácil. De este modo, reducimos la cantidad de aditivos y conservantes que consumimos y, al mismo tiempo, también reducimos la cantidad de residuos que producimos en casa, ya que reutilizamos una y otra vez los mismos vasitos para el yogur.
Los yogures son uno de esos super alimentos que me encantan: ayudan a la digestión, contienen un montón de bacterias y enzimas beneficiosas para mantener fuerte nuestra flora intestinal y ayudan a mejorar nuestro sistema inmunológico. Además, se pueden elaborar también con todo tipo de bebidas vegetales, así que la yogurtera también va genial si hay en casa personas intolerantes a la lactosa.
Al elaborar yogur casero, no sólo podemos ir variando los sabores, sino añadir distintos ingredientes como mermelada, miel, frutos secos... que nos permitirán disfrutar siempre de un postre distinto y sano sin remordimientos.
Como soy novata en esto de elaborar yogur en casa, me he decidido por un yogur natural para empezar e ir cogiéndole el tranquillo... La receta, de mi adorada Gaby Bikísimas, que no sólo es una experta en yogur casero (tiene varias recetas, todas ellas estupendas) sino que tiene un blog muy dulce y es una chica maravillosa. Id a hacerle una visita si no la conocéis, quedáreis igual de prendados que yo.
Yogur natural {en yogurtera}
Ingredientes
1 litro de leche {entera o semidesnatada}.
3 cucharadas soperas colmadas de leche en polvo.
1 yogur natural {comprado o uno de los que hemos elaborado}.
2-3 cucharadas de azúcar {opcional}.
Preparación
1. Templamos la leche a fuego bajo, que no se caliente demasiado, y disolvemos en ella la leche en polvo y el azúcar {si lo queremos añadir}.
2. Apartar del fuego, vigilar que está solamente tibio; si no es así dejar reposar un poquito hasta que alcance una temperatura muy suave. Mezclamos cuidadosamente el yogur, removiendo hasta que esté bien disuelto en la leche.
3. Repartimos la mezcla en los vasitos de la yogurtera, colocamos en ella sin ponerle las tapas; habitualmente, dependiendo de las instrucciones de vuestra yogurtera, tienen que estar entre 8-10 horas. Tapar con la tapa de la yogurtera, encender y esperar a que estén listos.
4. En cuanto apagamos la yogurtera, ponemos la tapa a los yogures y guardamos en la nevera un mínimo de 4 horas.
Fuente: Bikísimas