Hoy nos adentramos en las artes culinarias de la Tacita de Plata para que conozcáis algunos de los postres típicos de Cádiz más representativos: el pan de Cádiz, los pestiños y los alfajores.
Pan de Cádiz
El pan de Cádiz, también conocido como turrón de Cádiz, es uno de los postres andaluces más sorprendentes y populares; una delicia en la que los protagonistas indiscutibles son el mazapán, la fruta confitada, la yema y la batata. Su receta ha sido atribuida al pastelero Antonio Valls Garrido, un gaditano que allá por los años cincuenta crearía su propia versión de los bollos de mazapán y frutas, un dulce que data de principios del siglo XIX.La receta tradicional del pan de Cádiz se elabora en forma de cofre sorpresa, un postre cuya combinación de sabores y presencia colorida lo convierten en una especie de turrón ideal para acompañar las mesas durante las fiestas de navidad.
Pestiños
Los pestiños son pequeños dulces típicos de Cádiz, cuya masa posee el mágico sabor que aportan el anís matalauva, el vino de Jerez y la miel. En comparación con otras recetas de pestiños popularizadas en varias ciudades andaluzas, la receta de Cádiz se caracteriza por el pequeño tamaño de este dulce legendario; un pestiño en miniatura que nos recuerda la clara influencia árabe en la gastronomía gaditana.De acuerdo con la tradición, los pestiños de Cádiz se consumen, principalmente, en épocas de navidad; y es quizá la versión al estilo jerezano, en la que los pestiños se bañan con miel y se decoran con bolitas de anises de colores, la que más se valora en la repostería tradicional de la zona.
Alfajores
Otro de los postres más típicos y representativos de la pequeña Cádiz son los alfajores de Medina Sidonia, un dulce con raíces árabes que tradicionalmente se prepara coincidiendo con la celebración de la navidad. Su receta, compuesta por harina, pan rallado, miel pura de abeja, almendras, avellanas y especias como el cilantro, el clavo, la matalahuva, el ajonjolí y la canela, suponen un equilibrio perfecto de sabor y aroma.Con la masa aún caliente, se forma una especie de cilindro que, más tarde, se corta en trozos de aproximadamente unos siete u ocho centímetros de largo. Posteriormente, los alfajores se bañan algo similar a un almíbar y se espolvorean con azúcar glass y un poco de canela en polvo. Toda una delicia milenaria que aún a día de hoy se sigue elaborando artesanalmente en pleno corazón de la ciudad.
Os invitamos a que os adentréis en la cocina gaditana y os dejéis abrazar por estos tres postres tan típicos y populares de Cádiz. Estamos seguros de que estas recetas de arraigada tradición repostera os harán disfrutar de la dulzura y genialidad de lo más auténtico.
Fuente: este post proviene de Blog sobre recetas y turrones, donde puedes consultar el contenido original.
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