Y te preguntas porque tanto positivismo, pues porque hoy comemos calabacines rellenos y esto para mi es un motivo de alegría, motivo para comenzar bien la semana.
Tal vez hayas comido infinidad de calabacines rellenos pero hasta que no pruebes mi receta de calabacines rellenos no sabrás de que te hablo, porque esta es una receta muy sencilla, con ingredientes muy simples y te harán saborear la auténtica cocina casera.
Tal vez a ti te guste comer este plato solo o acompañarlo con arroz pero yo te recomiendo que lo acompañes con una papas fritas y ya luego me contarás que tal te has quedado.
Una de las maravillas de este plato es que lo puedes preparar con antelación y lo único que tienes que hacer unos minutos antes de comer es colocarlos en el horno para gratinar el queso.
Ingredientes:
1 kg. de calabacines
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 cebolla
2 dientes de ajo
1/2 kg. de carne molida (mezcla de ternera y cerdo)
aceite de oliva
sal
pimienta
queso especial para fundir
Para la bechamel:
50 g. de mantequilla
50 g. de harina todo uso
500 ml. de leche
sal, pimienta y nuez moscada
Elaboración:
Lavar y cortar los calabacines a la la mitad de arriba hacia abajo, quitando las puntas.
Colocar los calabacines en agua con un poco de sal y dejar que hiervan unos 5 o 8 minutos, para que luego estén algo más tiernos.
Cuando pase el tiempo los retiras del fuego y escurres, porque queremos que se pongan más blandos pero no que se queden muy guisados. Cuando se enfríen un poco les retiramos parte de la pulpa de dentro haciendo hueco para luego rellenarlos con la carne.
Troceamos en trozos pequeños, la cebolla, el ajo y los pimientos y los colocamos en una sarten con un chorro de aceite hasta que se pochen, removiendo de ves en cuando para que no se nos queme la fritura.
Cuando las verduras esté bien pochas añadimos la carne molida con un poco de sal y pimienta.
Removemos la carne para evitar que se formen bolas y añadimos la pulpa de los calabacines, las aplastamos con la cuchara y removemos para que se integre todo muy bien.Cuando veas que la carne está bien cocinada retiras la sartén del fuego.
Rellenas los calabacines con ayuda de una cuchara y los colocas en una fuente apta para el horno.
Ahora preparas una bechamel, colocando la mantequilla a derretir en un cazo, una vez derretida añades la harina y la remueves sin parar hasta que la harina se cocine un poco, a continuación añades la leche caliente, de esta forma te aseguras de que no se formen grumos. Y remueves la bechamel hasta que notes que ha espesado un poco.
Si tienes dudas con la bechamel puedes ver la receta de Coliflor con bechamel que lo explico más detallado, es igual pero sin bacon.
Colocamos la bechamel sobre los calabacines rellenos.
Y espolvoreamos con queso rallado para gratinar, como puedes ver en la foto dejé dos calabacines sin bechamel a petición de uno de los comensales aunque luego se comió los de bechamel pues están riquísimos.
Calienta el horno a 150ºC he introduce la bandeja cuando el horno esté caliente, hornéalos unos minutos hasta que el queso se gratine. Si los preparaste con mucha antelación y están fríos date cuenta que debes dejarlo en el horno unos minutos más.
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Fuente: este post proviene de Comedere Panis, donde puedes consultar el contenido original.
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