Para mi una buena tarta de queso se puede equiparar incluso a un jugoso bizcocho de chocolate. Parece una locura viniendo de mi, la mayor adicta al chocolate que conozco en mi entorno, pero es que la untuosidad y suavidad de esta tarta de queso me ha hecho caer totalmente rendida a sus pies. Habéis visto la textura que tiene el corte de la foto?
Y cómo resalta la cobertura de arándanos salvajes encima del precioso relleno blanco? Ácido y dulce junto en un mismo bocado. Por supuesto, podéis utilizar la mermelada del sabor que más os guste: frambuesa, melocotón, naranja, cereza... o incluso evitarlo y disfrutar de un NY Cheesecake desnudo, al natural, también delicioso.
Creo que a partir de ahora me va a resultar aún más difícil pedir tarta de queso de postre en un restaurante, a no ser que ya conozca como lo hacen! Siempre me ha dado un poco de respeto porque hay sitios donde prefieren servir una cheesecake más densa y, a mi, sinceramente, se me hacen muy pesadas y largas. Vamos, que después de una comida o una cena lo que quiero es algo suave, que baje bien.
Con las ganas que tenía de volver a estar en activo por aquí, con vosotros, con mi blog y sus entradas dulces... creo que he escogido la receta perfecta para dar la bienvenida a mi 2017 repostero y al nuevo diseño de mi blog. Por cierto, os gusta como ha quedado? Más blanco, más sencillo, más directo e interactivo. Ahora que me doy cuenta, creo que va muy en sintonia con la nueva receta que os estoy presentando!
Por cierto, justo antes de dejaros con la receta y los trucos y consejos para conseguir que os quede genial, os cuento que mi amiga Laura, del antiguo blog Sophie Bakery y el actual OFood es una crack preparando cheesecakes así que, por supuesto, me he releído su receta y aplicado sus tips para conseguir mi propia receta definitiva... y lo he conseguido! Gracias Laura!
NEW YORK CHEESECAKE
*Molde redondo de 18cm.
INGREDIENTES para la base crujiente de galleta:
200g Galletas Speculoos
80g Mantequilla
PREPARACIÓN de la base crujiente de galleta:
Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo. Cubrimos la base de nuestro molde con papel de horno, evitando que queden arrugas. También engrasamos los laterales y el papel de horno de la base de nuestro molde con mantequilla o spray desmoldante. Reservamos.
Ahora procedemos a elaborar la base crujiente de galleta: para ello, picamos las Speculoos hasta que no haya grumos grandes.
Deshacemos los 80g de mantequilla (en el microondas 20seg, y si aún le falta un poco podéis ponerla 10 o 20 segundos más). La incorporamos a las galletas picadas y mezclamos.
Extendemos la mezcla dentro de nuestro molde y chafamos y aplanamos con la ayuda del revés de una cuchara.
Horneamos 10 minutos y dejamos enfriar a temperatura ambiente mientras elaboramos el cheesecake.
INGREDIENTES para el relleno de cheesecake:
600g Queso crema tipo philadelphia
160g Crème Fraîche o crema fresca
2 Huevos L enteros
3 Yemas de huevo L
75g Mantequilla
230g Azúcar
1/4 cucharadita de Vainilla en pasta
38g Maicena
Ralladura de 1/2 limón
Mermelada de arándanos salvajes (opcional - cobertura superior)
PREPARACIÓN del relleno de cheesecake:
Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente, cortada a rodajas finas, para que adquiera una textura pomada (cuando al chafarla con el dedo, queda la huella totalmente marcada y ligeramente hundida - no llega a estar la mantequilla derretida).
Rallamos el limón y reservamos.
En un bol, juntamos el queso philadelphia, la crème fraîche y la mantequilla pomada. Mezclamos suavemente. Recordad quitar el suero blanquecino a la crème fraîche y el queso philadelphia, prácticamente siempre se encuentra en el fondo del tarro, en contacto con los lácteos. * Truco/consejo: durante toda la preparación del relleno del cheesecake debemos utilizar la pala de nuestra amasadora o robot. Nunca las varillas! Éstas aportan demasiado aire a nuestro cheesecake y luego en el horneado ésto provoca que aparezcan grietas en la superfície de éste. En el caso de que sólo tengáis batidora de varillas, es preferible mezclar todos los ingredientes con una espátula de mano, realizando movimientos envolventes y suaves.
* Truco/consejo: la velocidad idónea de mezclado durante toda la preparación del relleno de cheesecake es la mínima de nuestro robot (de 9 posiciones escogemos la 1 o la 2 como máximo). Ésto ayudará a que no se formen burbujas de aire en su interior.
Añadimos el azúcar y seguimos mezclando hasta que se integre con los lácteos anteriores.
Ahora incorporamos los huevos. Primero empezamos con los 2 huevos enteros, uno a uno. Y luego añadimos las yemas de huevo, también de una en una, asegurándonos de que se integran por completo. [Las yemas de huevo aportaran mucha más cremosidad a nuestro cheesecake]. Batimos de nuevo hasta asegurarnos de que nuestra mezcla es totalmente homogénea, sin grumos.
Añadimos la ralladura de limón y la vainilla, batimos. A continuación y, por último, incorporamos la maicena. Damos el último batido suave y reservamos unos minutos mientras preparamos lo necesario para el horneado.
Para el horneado al Baño María de nuestro cheesecake necesitamos agua muy caliente, protección para el cheesecake y una bandeja o fuente donde colocar el agua y hacer la cocción dentro del horno. A continuación os lo explico todo.
Antes de verter nuestra mezcla de cheesecake dentro del molde, necesitamos prepararlo para el Baño María. Para ello, cubrimos por completo la parte exterior, tanto la base como los laterales, de nuestro molde con 3 capas de papel de aluminio, bien unidas entre ellas. Así el agua no entrará y el cheesecake no se estropeará en el horneado. También, volvemos a engrasar los laterales interiores de nuestro molde con mantequilla o spray desmoldante. Ahora, vertemos la masa de nuestro cheesecake dentro del molde con la galleta ya horneada previamente.
* Truco/consejo: el horneado al baño María permite que el cheesecake mantenga toda su cremosidad y untuosidad tanto en su interior como en las capas laterales y superior, sin crear costras crujientes. Además, reparte la cocción y evita que el centro de nuestro cheesecake suba demasiado o, al contrario, se nos hunda.
En un cazo a fuego alto, colocamos agua y calentamos. Justo antes de que empiece a hervir, retiramos del fuego y vertemos sobre la bandeja. Ahora, colocamos el molde ya protegido en el centro de la bandeja/fuente con el agua y metemos al horno nuestro cheesecake.
Horneamos durante 40 minutos a 170º con calor arriba y abajo, sin ventilador. Pasado este tiempo, bajamos el horno a 150º y horneamos 45 minutos más.
* Truco/consejo: durante el primer y el segundo tiempo de horneado, no debemos abrir la puerta del horno en ningún momento. Ésto provocaría un cambio de temperatura y afectaría a la cocción, y a la aparición de grietas.
Paramos el horno y, con la puerta ligeramente abierta, dejamos unos 20 minutos dentro, de manera que el cambio de temperatura no sea brusco y nuestro cheesecake se nos hunda del centro o se nos raje. Luego pasamos encima de una rejilla a temperatura ambiente y retiramos de la fuente con el agua. También le quitamos la protección de papel de aluminio que habíamos colocado en el molde antes de hornear.
Metemos en la nevera durante al menos 6 horas (preferible toda la noche), aún dentro del molde.
Por último, desmoldamos, servimos mermelada de arándanos salvajes por encima y listo!
Os he convencido para prepararla? Ojalá que sí y que, por supuesto, os saque una sonrisa enorme al darle el primer bocado y toooodos los demás. Por mi parte confirmo que se trata de una de mis recetas de cabecera.
Como siempre os digo, estoy deseando leer vuestra opinión, responder vuestras dudas y emocionarme al ver vuestros resultados!
Besoootes <3
Ainhoa