Cierro mis ojos para ver (Paul Gauguin)El denso, aterciopelado e inmenso tapete verde del tamaño de dos estadios, rodeado de hermosos naranjos y estilizados cipreses que rodean todo el recinto, parece que se ha vuelto de colores, negros, rojos, plateados debido a los coches aparcados en perfecta alineación.
El día amanece gris, las nubes dan la bienvenida a la casi madrugada primaveral movidas por el suave viento de poniente. Todos nos dirigimos al mismo lugar, con solemnidad, con emoción contenida, con una calma que impregna el ambiente incluso antes de cruzar las puertas del imponente edificio, donde los miles de creyentes y seguidores meditan, rezan o simplemente esperan con recogimiento mientras se escucha de fondo el armonioso sonido de los rezos cantados por una suave voz que resuena en el interior de la grandiosa edificación.
El sonido melodioso llega al alma y sin darnos cuenta nos hace sentir que somos trasladados a un plano superior, lleno de paz y tranquilidad.
Pasan los minutos y puntualmente, a la hora exacta, el silencio se apoderó del lugar mientras todos dirigían su mirada hacia Él; caminaba despacio con sus manos unidas por las palmas, a la altura de su corazón, realizando el mudra del amor, el atmanjali mudra (posición que se utiliza para hacer oración o como gesto de plegaria, por lo que se suele realizar para hacer peticiones estando en conexión con nuestro Ser más profundo; aunque realmente su potencia máxima se obtiene al mantener las palmas de las manos unidas y elevarlas por encima de la cabeza. La mano derecha simboliza la sabiduría, la energía superior o el espíritu, la mano izquierda simboliza lo terrenal).
La intensidad de su presencia llenaba el recinto con un manto casi tangible de espiritualidad, de reverencia, repleto de emociones contenidas; una constante quietud parecía estar fluyendo a mi alrededor mientras que se percibía una gran paz penetrando en los confines internos de cada persona, como si una fuerza poderosa comenzara a llenar la sala donde los satsanguis no podían retirar su mirada de Él.
(Satsang, del sánscrito “sat”: verdad y “sanga”: compañía. La filosofía hindú indica que Satsang significa asociación o encuentro con la verdad. Es una reunión de hora y media con práctica de meditación, canto de mantras y lectura espiritual.
Mi respeto hacia ésta filosofía la tengo arraigada desde aquellos años 70 en que les conocí, cuando supe de éste “camino” espiritual; pero mi amistad, mi admiración y cariño hacia el “Maestro” comienza hace más de 30 años, cuando aún Él no sabía que estaba predestinado para ser el “Pastor” de un gran rebaño de almas. Él es mi amigo, Él es y seguirá siendo para mí y mi marido: “Gugú”, un buen compañero, una bellísima persona, un ser realmente único que desde entonces siempre estará en nuestro corazón, en nuestros recuerdos y en la memoria.
Éste fin de semana le hemos abrazado una vez más, hemos estado con Él, aquí en Málaga, en un mes de Abril, como aquel mes de Abril del año 2.000; han pasado 19 años desde que Él nos invitó a India, junto con su familia fueron nuestros anfitriones, nos hicieron descubrir una parte de ése gran país que me enamora. Conocer de primera mano su cultura, sus paisajes, su historia, su gastronomía…..una gastronomía que pongo, de vez en cuando, en práctica en mi cocina y que me hace soñar a la vez que volver, viajar una vez más hacia ése pais que me cautiva.
Hoy, he preparado un postre con sémola, de “sooji”. La sémola de trigo es un ingrediente básico de la gastronomía de India, una fuente de hidratos de carbono, fibra y proteína. En la zona norte de India, el sooji es utilizado para preparar galletas, pasteles y diferentes postres, siendo el más popular el llamado “Sooji Halwa” que se sirve con frutos secos.
¿Se animan a probarlo?
¿CÓMO LO HICE?
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
3 cucharadas soperas de mantequilla, 2 clavos de olor, 2 cardamomo, 5 cucharadas soperas de sémola, una cucharada pequeña de hebras de azafrán, 25 grms. de uvas pasas, 75 grms. de azúcar, un vaso pequeño de agua, un vaso pequeño de leche.
PARA DECORAR: Nata (crema de leche) liquida especial para cocinar, 20 grms. de coco seco no endulzado, 25 grms. de pistachos.
LOS PASOS A SEGUIR:
En una cacerola echar el coco rallado y poner al fuego, removiendo con sumo cuidado hasta que se tueste ligeramente. Retirar y reservar.
Pelar los pistachos, retirándoles la piel, trocear y reservar igualmente.
En una cacerola echar la mantequilla y poner a fundir a fuego medio. Incorporar los clavos y los cardamomos, bajar el fuego y remover. Añadir la sémola y remover durante medio minuto, hasta que se oscurezca un poco.
Agregar el azafrán, las pasas y el azúcar, mezclando bien todos los ingredientes.
Echar el agua y la leche y remover hasta que la sémola quede totalmente incorporada (si se espesa demasiado, añadir un poco más de agua o de leche).
Retirar el cazo del fuego y pasar al recipiente donde se vaya a servir. Esparcir el coco tostado sobre toda la superficie, colocar los pistachos en el centro y regar con la nata (crema de leche) liquida por encima.
Por favor, disfruten y buen provecho.
कृपया भोजन का आनंद लीजिये!
(kripyā bhojan kā ānnaṅd lijīyai)
Fuente: este post proviene de Blog de Mi Cocina Carmen Rosa, donde puedes consultar el contenido original.
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