Yo es que solo le encuentro ventajas en estas recetas de postres en vasitos: puedes ajustar las cantidades a lo que realmente necesites, se conservan más fácilmente en la nevera (si consigues no comértelos todos del tirón) y quedan monísimos para las presentaciones. Si los sirves en una copa o un vaso cuqui, tienes un postre con el que cautivar a tus invitados que, en la mayoría de los casos, puedes dejar preparado con un par de días de antelación.
No te pierdas esta selección de esas recetas de exquisitos postres en vasitos -quien dice vasitos, dice copas, tarritos u otros recipientes individuales-
Comienzo esta selección con una copa de textura ligera, perfecta para terminar una gran comida o, quién sabe, para deleitarnos con una merienda especial: una rica mousse que combina a la perfección yogur, galletas y fruta. Las galletas trituradas harán de base. El yogur, junto con claras de huevo batidas a punto de nieve y azúcar forman una delicada mousse que se coronan con frutos rojos para darle vistosidad. En este caso hemos elegido la granada, pero puedes elegir otra fruta que te guste. Es, sencillamente, delicioso y muy delicado al paladar.
Puedes ver la receta completa de la mousse de queso con granada aquí:
La panna cotta que os traigo a continuación también se combina con frutos rojos, en esta ocasión, con un delicioso coulís de arándanos. Para darle aún más sabor, la nata (crema de leche) de la panna cotta está aromatizada con limón. No te lo pierdas para los días más calurosos del año. Para elaborarlo hay que cocer la nata (crema de leche) con el zumo de limón y azúcar. A continuación se cuela y tiene que reposar durante unas horas en la nevera para que cuaje. El coulís se elabora de forma parecida a una mermelada: cociendo la fruta con azúcar hasta que espese. La diferencia con la mermelada es que el coulís es más fino, de modo que tendremos que pasarlo por la batidora o por un tamiz para obtener una textura más líquida que la de la mermelada.
Puedes ver la receta completa de la panna cotta con arándanos aquí:
Las mousses son una opción perfecta para los formatos individuales porque, además, son postres ligeros que no empalagan. Y a mí me gustan especialmente las de café. Combinándola con una base de cuajada con galletas obtenemos unos vasitos de tres texturas ideales. Lo primero será elaborar la cuajada según las instrucciones del paquete utilizando un sobre del preparado de cuajada y leche. Verteremos esta mezcla en el fondo de los vasitos y dejándolos cuajar en frío durante el tiempo necesario. Mientras tanto se elabora la capa de café mezclando queso mascarpone con café. Una vez cuajada la capa de abajo, ya solo nos falta montar los vasitos poniendo galletas trituradas entre las la de cuajada y la de café para conseguir un toque crujiente, ¡delicioso! Si queréis prepararlos, podéis ver la receta completa de los vasitos tres texturas tres sabores aquí:
Visitando a nuestros vecinos lusos, encontramos unos vasitos tan ricos como estos. Se llama doce serradura. No tengo ni idea de lo que significa, pero viendo las fotos sé que quiero uno. Se hacen mezclando nata (crema de leche) con leche condensada y gelatina hasta formar una crema que, pese a lo que pueda parecer, si se toma bien fría es muy ligera. Se decora con galleta picadita para darle, una vez más, un toque crujiente. Esta combinación de texturas a mí es que me vuelve loca, no lo puedo remediar.
Podéis ver la receta completa del doce de serradura pinchando aquí.
La crema catalana es parecida a las natillas, pero con una capa cruijiente de azúcar quemado por encima. Necesitaremos yemas de huevo, leche, azúcar y maizena para hacer una crema en el fuego, removiendo constantemente hasta obtener la textura tan especial y suave de estas cremas. Las puedes aromatizar con cáscara de limón y una ramita de canela. Al terminar, solo te hará falta espolvorearlas con azúcar y caramelizarlo con un soplete especial para cocina, ¡deliciosas!
Puedes ver la receta completa de la crema catalana aquí.
Y, para terminar, un postre que sé que os va a sorprender. Al igual que la crema catalana, este dulce es muy típico de nuestra gastronomía y combina una capa de natillas (que prepararemos igual que antes, con yema de huevo, leche, azúcar y maizena espesándolo al fuego) con una de bizcocho y otra de nata montada (crema de leche). Se culmina con la misma capa de caramelo o azúcar caramelizado que la crema catalana. Una bomba que hará las delicias de los más golosos, o sea, de mi cachorrita y de su mami, que soy yo.
Podéis ver la receta completa del goxua pinchando aquí.
Espero que, con estas sugerencias, tengas el postre de tu próxima reunión decidido, pero si te has quedado con las ganas de dulce, pásate por mi blog y descubre otras cosas ricas pinchando aquí.
¡¡Feliz martes!!