La práctica habitual de ejercicio físicoes una de las recomendaciones habituales, no sólo para mantenerse en forma y en el peso adecuado, sino también en el tratamiento de numerosas enfermedades, ya que tiene efectos muy favorables sobre la salud en general.
Según los expertos, un adulto sano debe hacer a la semana al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada, esto es, como poco, andar rápido o montar en bicicleta.
Los expertos recomiendan, además, dividir este tiempo en 30 minutos, cinco días a la semana. No parece demasiado tiempo, pero esta demostrado que la gente que hace 30 minutos al día de ejercicio tiene una protección frente a las enfermedades no trasmisibles de un 30%. Una cifra que aumenta si, en vez de andar, realizamos un entrenamiento pautado y en la gente que hace ejercicio físico planificado esta protección se eleva casi en un 50%.
Piensa que cualquier tipo de actividad física permite obtener los beneficios para la salud que reporta el ejercicio. A veces es suficiente con incorporar a la rutina diaria determinadas recomendaciones.
Estos consejos que te voy a dar te pueden servir de mucho a la hora de hacer ejercicio y no morir en el intento.
1. Elige tu deporte: no te dejes llevar por las modas. Todo depende de tu experiencia con el ejercicio físico hasta este momento.Debes tener en cuenta si tu cuerpo está preparado para lo que quieres hacer, los objetivos que te has planteado, cuántos días a la semana le puedes dedicar, etc.
2. Dosifícate: si lo das todo al principio te quedarás sin nada. Empieza poco a poco y da tiempo a tu cuerpo-mente para que se acostumbre a la nueva rutina. Sufrir una mala experiencia por el sobresfuerzo puede ser contraproducente y terminar con nuestro propósito. Ten paciencia, enseguida empezarás a notar los avances.
3. Tu combustible: una correcta alimentación. Tu cuerpo va a necesitar una alimentación equilibrada que te proporcione la energía suficiente para las nuevas demandas. Junto con el adecuado descanso, forma parte del entrenamiento invisible.
4. Establece una relación formal y duradera: tu relación con el deporte no puede ser efímera. Cuídala para que dure mucho tiempo, sólo así conseguirás lo que te propones.Ponte metas a corto plazo pero que conformen un objetivo a largo; te ayudará a mantener la ilusión del primer día hasta que asimiles la práctica de ejercicio como una rutina.
5. Integra el deporte en tu vida y no tu vida en el deporte: debes evitar pasar del sedentarismo a la obsesión y de ahí a las lesiones frecuentes. Como te he dicho antes, prácticas tan sencillas como andar o un paseo en bici pueden formar parte del plan previsto y servir como complemento perfecto de las actividades más "intensas". Combina progresivamente estas actividades para no machacar tu cuerpo.
6. Escucha las señales que te manda tu cuerpo: nuestro cuerpo se comunica con nosotros a través de múltiples señales, hay que aprender a escucharlo y respetar nuestros límites. Tomarse un breve descanso cuando nos sintamos "cargados" puede evitar que pasemos una larga temporada en el dique seco. Además, fases como el calentamiento o los estiramientos son clave para acomodar el cuerpo a nuestro nuevo estilo de vida.
7. Prepara la mochila: calzado adecuado, ropa cómoda y transpirable. Hay muchas marcas en el mercado. Mira y elige, pero que no te timen, no siempre lo mejor es lo más caro, compara y equípate con lo necesario para tu nivel.
8. Cuanto antes, mejor: Eres el protagonista, si que tienes que tomar la iniciativa, Piensa que cualquier fecha es buena para comenzar con tu nuevo estilo de vida, así que...
¡Cuanto antes te pongas, mejor!.
Ya sabes, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.