Las preparé un día de lluvia de esos que ya va avisando AEMET (Agencia Española de Meteorología), que va a diluviar. La verdad llovió con fuerza pero solo cuarenta minutos; pero por lo menos nos quitó el polvo que habíamos tenido con ese viento de levante tan insoportable que no nos había dejado en paz, por lo menos los árboles grandes se veían más verdes, más limpios y el campo olía a tierra, que es un olor que me encanta, vamos, que el que no se consuela es porque no quiere y eso es lo que me ha pasado a mí.
Así que ¡hala! a comer potaje de alubias blancas tan ricas, cremosas, algo dulces, me salieron buenísimas ya que las propias legumbres eran de muy buena calidad y eso se nota, una vez tuve que tirar lo que había hecho pues después de dos horas y media con su conveniente remojo no había forma de que aquellas pequeñas piedras blancas se pusieran comestibles. Vaya sustos con esas desagradables sorpresas. Menos mal que siempre hay huevos para alguna ocasión como esta que os cuento, pero ya sabéis lo que dice el refrán español: "que al mejor cazador se le escapa la perdiz" y a mí se me escapó completamente ese día aunque no fuese mi culpa. Todavía peor.
Las legumbres son muy delicadas, deben estar convenientemente guardadas en la despensa, no deben recibir luz, deben conservarse en lugares oscuros y ventilados. En fin, todas estas cosas me las contó el señor que me atendió en la tienda de Gijón (Asturias) que me entusiasma se llama "La Puerta del Sol" (os dejo el enlace pues se puede comprar en esta tienda todo lo que os guste on-line) y que es donde compré unas fabes maravillosas para hacer la fabada asturiana y me contaba el señor de la tienda que no tienen el mismo precio las fabes de la temporada que las de la cosecha anterior y que no eran precisamente baratas ya que el kilo de estas fabes (alubias especiales) me costaron cerca de 20 euros el kilo, un dinerito en comparación al compango (las carnes de la fabada asturiana) que eran más económicos a pesar de ser carnes, morcillas asturianas y los chorizos que acompaña a la tan famosa fabada asturiana.
Hace tiempo compré estas pequeñas ollas de loza con tapa para servir las legumbres y que no se enfríen. Me encantan y además recuerdo que no me costaron nada caras. Me encanta comprar (o solo ver) cosas para poner la mesa, como mantelerías; cubiertos; platos; vasos; copas; fuentes...y lo que se tercie para la mesa, la verdad.
Normalmente se sirven estas alubias en una sopera o fuente honda y por el otro las carnes y chorizos en otra fuente, para que cada uno elija lo que prefiera y la cantidad que quiera.
Ingredientes
1/2 kilo de Alubias blancas
2 Patatas medianas
1 Cebolla mediana
1 Zanahoria
3 cucharadas de Aceite de Oliva virgen extra
1 cucharadita de pimentón dulce
2 dientes de ajo (sin pelar)
1 hoja de laurel
Sal
Carnes
2 chorizos ibéricos para cocinar
1 hueso de jamón serrano
1/2 kilo de carne de cerdo (Panceta fresca)
o poner estas dos carnes:
1/4 de Panceta fresca
1/4 de Carne magra de cerdo
Preparación
Se ponen las alubias en agua mineral la noche anterior. Al día siguiente se tira el agua y se ponen escurridas en la olla. La cebolla se corta por la mitad y los dientes de ajo se echan con piel que después los sacamos.
Ponemos las patatas cortadas en cuartos y no muy grandes y la zanahoria como más os guste o pequeña en rodajas o grande para luego quitarla si no la queréis comer.
Por encima le ponemos todos los ingredientes, con las carnes y los chorizos y el aceite de oliva virgen.
Dejamos que hierva un poco y ponemos sal al final, pues la sal endurece la piel de las alubias.
Se pone agua fría hasta que las cubra y pase unos dos dedos de agua por encima. Se deja cocer a fuego bajo y de vez en cuando vamos añadiendo siempre agua fría, para que no nos queden secas.
Se dejan cocer a fuego bajo o en olla presión unos 45 o 50 minutos a fuego muy bajo, después se abre y comprobamos si están suaves y blandas y ya destapada la olla se le da el punto justo, hasta que estén tiernas. En caso de tener mucho caldo se saca unas 7 o 8 alubias y se trituran con un tenedor y las volemos a añadir a la olla, así se espesará un poco el caldo de las alubias.
Las dejamos hacer un poco más pero con la olla destapada para que se evapore el líquido si tuviera mucho todavía, ya que cada olla presión o las rápidas son distintas.
Nada más, ya están listas para que las podáis probar, estaban deliciosas y cremosas.
Sed felices y comed muchas legumbres que son sanísimas y deliciosas.
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