Hoy me decía mi hijo que vaya semana llevaba, y es que, en cinco días he hecho cuatro tartas de cumpleaños (aparte de todos los panes de taller de pan casero de Bake-Street.com que me tienen enganchadísima).
En esta entrada de hoy os traigo uno de ellas, un Angel food cake. La verdad es que nunca antes lo había preparado, aunque ese nombre tan sugerente, y el hecho de que mi amiga Cristina del blog Un pedacito de cielo publicó esta receta hace unas semanas, me dieron unas ganas tremendas de hacerlo y, la verdad, no me ha decepcionado, al contrario, he descubierto un bizcocho que se va a convertir en imprescindible, seguro. Cristina, ya ves que tu pasión por el Angel Food Cake no solo ha llegado a tus círculos de reposteros de Ciudad Real, ha llegado a Barcelona!!!!
Esta "comida de ángeles", (aparentemente denominado así por la ligereza de este bizcocho) es originario de Estados Unidos y se hizo muy popular a principio del S.XIX, fecha en la que se comercializaron las primeras batidoras de varillas a manivela. (Imaginad montar las claras a mano!!!)
A la hora de elaborar este angel food cake debemos tener en cuenta unas cuantas cosillas. Las claras deben estar firmes o se nos bajará el bizcocho, pero si nos pasamos, también se nos puede bajar.
Es recomendable utilizar este tipo de moldes, aunque con uno con chimenea en el centro podríamos hacerlo, lo único es que tenemos que poner a enfriar boca abajo ya que, si no las proteínas del huevo se apelmazarían. Mi molde es de 25 cm. por tanto las cantidades son para un molde de ese diámetro; ls chicas de I love Bundtcakes tienen una entrada muy útil sobre diámetros y cantidades, vale la pena echarle un ojo, lo podéis hacer pinchando aquí.
También es importante NO engrasar el molde para que no se baje el merengue. Dicho esto, solo queda disfrutarlo. Es fácil y muy, muy recomendable.
Ingredientes:
15 clara de huevo (unos 465 ml.)2 cucharaditas de cremor tártaro
370 gr. de azúcar
115 gr. de harina repostera
35 gr. de Maizena
2 ó 3 cucharadas de cava (yo puse tres)
fresas y azúcar glas para decorar
Elaboración:
1) Precalentamos el horno a 180º. Tamizamos las harinas y reservamos.
2) Ponemos las claras en un bol y batimos hasta que espumen, en ese momento añadimos el cremor tártaro tamizado (importante que lo tamicemos).
3) Batimos hasta obtener un merengue con picos blandos, es decir que al levantar las varillas el merengue caiga hacia un lado. Bajamos la velocidad de la batidora y añadimos el azúcar a cucharadas para que se disuelva bien. Aumentamos la velocidad de la batidora hasta que el merengue esté firme y brillante.
4) Vamos añadiendo el cava poco a poco hasta darle el punto que deseemos.
5) Incorporamos las harinas tamizadas integrando con una espátula realizando movimientos envolventes para que no se baje el merengue.
6) Vertemos la masa en el molde (es un molde especial para este tipo de bizcochos que facilita el horneado y el enfriado, paso importantísimo para que no se baje el bizcocho).
7) Horneamos durante 50-55 minutos. No debemos abrir el horno hasta que pasen 50 minutos o se nos caerá el bizcocho. Para saber si está hecho del todo, pinchar con una brocheta, esta deberá salir competamente limpia.
8) Sacamos del horno y dejamos enfriar durante una hora boca abajo. Pasado este tiempo, pasamos una espátula por los bordes para facilitar el desmoldado, recordad que NO debemos engrasar el molde, ya que, el merengue y la grasa no se llevan nada bien.
9) Adornamos con fresas laminadas y espolvoreamos con azúcar glas.
Perdonad que no os haya puesto una foto del corte, que era espectacular, pero era para un cumpleaños y no quedaba muy bien llevarlo empezado...Espero que lo disfrutéis, yo he hecho todo un descubrimiento y, puedo decir alegremente que, finalmente, he encontrado un bizcocho ligero y apto para todos: los golosos y los no tan golosos. Hasta muy pronto. Besos.
Sandra