¿A qué viene esto? Pues que fue en ese juego donde vi por primera vez esta receta. En la cocina del juego hay que preparar recetas de todo el mundo, y una de ellas era ésta.
Bueno, la verdad es que de lo que tenía ganas hace tiempo era de plantearme un reto que fuera cocinar todos los platos del juego. Pero reconozco que se me planteó muy muy difícil, más que nada porque hay alimentos que aquí no los tenemos y habría que hacer una búsqueda concienzuda de equivalentes. Pero no lo descarto, que con tiempo y una caña… ;)
De todas las recetas que vi, ésta fue la que tenía más ganas de probar. Luego me hice con el libro de la pastelería Hummingbird de Londres, “Cake Days”, que ya utilicé para la tarta Guinness y la de manzana con Streusel y, mira por dónde, ahí estaba la receta.
La tenía guardada para un día en el que supiera qué hacer con tantas yemas, ya que es un pastel hecho sólo con las claras de los huevos, y, como ya tengo pensado algo, ayer me puse con ella.
Le he hecho una pequeña variación, y es que he decidido que quería que fuera de cítricos, así que no he usado la esencia de almendras que lleva la receta original, sino agua de azahar. Pero escoged el aroma que os guste más y usad ése.
Se trata de un bizcocho muy suave, sin grasas y con un sabor muy suave, en el que va a destacar el aroma que escojáis.
¿Nos ponemos con ello?
Ingredientes para un molde de 26 cm:
- 170 gr de harina
- 10 claras de huevos M
- 1 cucharadita de cremor tártaro (2 sobres blancos del gasificante para repostería del Mercadona)
- 180 gr de azúcar glacé o molido + un poco para decorar
- ralladura de la piel de 1 limón
- 1 cucharadita de agua de azahar
- frutos rojos para decorar
- un poco de mantequilla derretida para engrasar el molde
Preparación:
Precalentamos el horno a 160ºC.
Preparamos también el molde de corona, engrasándolo bien con una brocha y con la mantequilla derretida.
Ponemos en el bol de la batidora las claras de los huevos y las empezamos a batir. Cuando empiecen a estar densas les vamos añadiendo poco a poco el azúcar tamizado, hasta conseguir una consistencia firme.
A partir de ahora trabajaremos con una paletina de silicona, añadiendo el agua de azahar, la piel rallada de limón y la harina tamizada poco a poco, incorporándola con movimientos envolventes.
Vertemos la masa en el molde y la llevamos al horno durante unos 40 minutos. Entonces comprobamos la cocción pinchándolo con un palillo y, si le falta cocción, la dejamos 5 minutos más.
Una vez terminado lo sacaremos del horno y lo dejaremos atemperar unos 10 minutos en el molde. Sacamos el bizcocho dejándolo sobre una rejilla y lo dejaremos enfriar bien, mínimo 1 hora.
A la hora de servirlo lo espolvoreamos con azúcar glacé y lo acompañamos de frutos rojos.
Está la mar de rico :)
¡Que aproveche!