Ingredientes (para un molde de 25cm)
Como es la primera vez que lo hacía he seguido las cantidades que ponía, pero al ver que no ha quedado el molde lleno del todo, modifico las cantidades, aumentando todo un tercio mas, para la próxima ocasión. Entre paréntesis tenéis las cantidades, por si queréis que quede un tamaño como el de las fotografías. Si lo preferís lleno hasta arriba seguir las cantidades que están sin paréntesis.
16 claras de huevo pasteurizadas (12 claras)
330g de azúcar blanco (250g azúcar)
190g de harina de trigo (140g de harina)
1/2 cucharadita de cremor tártaro (1/4 cucharadita)
1 cucharadita de aroma de almendra (1/2 cucharadita)
1 cucharadita de vainilla en pasta (1/2 cucharadita)
1 pizca de sal (1 pizca de sal).
Zumo de medio limón
Paso a paso:
1. Precalentar el horno a 180ºC solo con el ventilador.
2. Exprimimos el zumo de medio limón sobre una servilleta de papel. Pasamos la servilleta de papel humedecida con el zumo del limón por el molde, el vaso y las varillas de la KA.
3. Ponemos las claras en el bol de la KA. Añadimos la pizca de sal y el cremo tártaro, mezclamos a velocidad baja durante 1 minuto hasta que se disuelva por completo.
4. Aumentamos a velocidad media y empezamos a batir las claras. Pasado 1 minuto subimos a velocidad máxima y batimos durante 2 o 3 minutos mas. Las claras deben montarse por completo formando picos blandos.
5. Bajamos a velocidad media-baja, sin dejar de batir ningún momento. Añadimos el azúcar, cada 7 segundos una cucharada. Así progresivamente hasta incorporar todo el azúcar. Cuando hayamos integrado todo el azúcar, las claras estarán brillantes.
6. Paramos la batidora y comprobamos la densidad de las claras, deben estar bien firmes. Añadimos la vainilla en pasta y la esencia de almendra. Mezclamos a velocidad baja durante 1 minuto.
7. Tamizamos la harina. La añadimos al bol en dos veces a velocidad baja. No batimos casi con la KA. Lo integramos con la espátula, hasta que no queden grumos de harina.
8. Volcamos la mezcla en el molde, con mucha delicadeza. Suavizamos la superficie, para que quede lo mas uniforme posible. Tampoco tiene que quedar perfecto, porque la parte superior, será la parte inferior del pastel.
9. Horneamos a 180ºC durante 45-50 minutos, sin abrir en ningún momento el horno.
10. Pasados los 45 minutos, sacamos del horno y con delicadeza ponemos el molde al revés. Dejamos enfriar durante 1 hora boca abajo.
11. Pasado este tiempo, con un cuchillo o espátula repasaremos los bordes, para que se despegue. Cuando hayamos conseguido separar los bordes, hacemos lo mismo con la base. Ponemos el pastel sobre una rejilla y dejamos que enfríe de nuevo durante 1 hora mas.
12. Servimos en un plato, espolvoreamos azúcar glass por encima y ya está listo. Para cortarlo hacerlo con un cuchillo de sierra y con delicadeza. Mientras está caliente es muy frágil, una vez frío ya no lo es tanto.
Fuente: este post proviene de Dulce Muffin, donde puedes consultar el contenido original.
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