Cuando pruebas por primera vez un Angel Food, es inevitable pensar en probarlo de otros sabores porque simplemente su sabor te cautiva. De el Angel Food que hice ya en una entrada anterior, decir que tiene la suma de varias características que hacen que sea uno de los cakes más deliciosos ,delicados, dulces y esponjosos que he probado nunca. Su sabor es incoparable, bueno sí, si a algo se puede parecer es al sabor de las nubes de azúcar, toda una delicia. Pues bien, como el chocolate es otra de mis grandes pasiones en esta vida, lo tenía fácil…..el siguiente Angel Food que hiciese, tenía que ser sí o sí de chocolate. Y si quedé fascinada con el otro Angel Food, no te cuento con éste, las mismas características que el primero, pero con el inconfundible sabor del cacao 100%.
Animaros a hacer uno de los dos, o los dos, igualmente yo serguiré experimentando con más sabores y os los iré mostrando todos. En poco más de 10 minutos lo tienes cocinándose en el horno de lo rapidito y fácil que se prepara. Lleva más tiempo el enfriado que todo lo demás.
INGREDIENTES: (para un molde de 25 cm.)
12 claras de huevo de tamaño XL
1/4 de cucharadita de sal
1 cucharadita de cremor tártaro
400 gr. de azúcar tamizado
95 gr. de harina
55 gr. de cacao en polvo Valor
2 cucharaditas de extracto de vainilla
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 170ºC
Tamizamos juntos la harina y el cacao en polvo
Empezamos a batir las claras con varillas, junto con el cremor tártaro y la sal a poca velocidad y una vez se haya disuelto el cremor tártaro, aumentamos la velocidad y batimos hasta que las claras estén totalmente montadas y formen picos.
Bajamos la velocidad al mínimo y vamos incorporando el azúcar a cucharadas, sin prisa, pero sin pausa. Veremos como las claras adquieren entonces un aspecto brillante.
Añadir la vainilla y batir un minuto a velocidad media.
Bajamos de nuevo la velocidad al mínimo y vamos incorporando la harina a cucharadas, esperando a que se integre cada cucharada antes de echar la siguiente.
Echamos la mezcla en el molde y horneamos durante 45 minutos. Pasado este tiempo, comprobar que la superficie esté doradita y no parezca húmeda. Clavamos un palito cerca del centro y si sale limpio es porque ya está listo, de lo contrario programar 5 minutos más.
Sacar el molde del horno con cuidado y darle la vuelta sobre las patitas o sobre la botella. Dejar enfriar así durante una hora por lo menos. Pasado este tiempo, despegaremos el cake de las paredes del molde,con ayuda de una espátula y al tener la base desmoldable, le daremos la vuelta sobre un plato. Dejaremos el bizcocho enfriar sobre una rejilla durante aproximadamente 45 minutos.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Lo ideal es hacerlo un molde especial que hay para este tipo de cake (como el que os muestro más abajo). Es un molde de aluminio y de tubo para que el calor se reparta uniformemente. Lo puedes comprar aquí. Tiene además dos patitas para poder enfriarlo boca abajo y que no se aplaste ya que lleva una cantidad muy elevada de huevo y sus proteínas al enfriarse, harían que el cake se desinflara. En cualquier caso, no es imprescindible utilizar un molde así ya que se puede utilizar perfectamente un molde con tubo al que daremos la vuelta sobre una botella de vino o similar hasta que se enfríe.
Con las yemas que te sobran, puedes hacer las natillas caseras que ya os enseñé en otra entrada.
Lo puedes comer solo con una taza de café o con un vaso de leche o también acompañarlo de helado de vainilla o sirope del sabor que más te guste.
Se puede congelar perfectamente hasta tres meses.
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