Tengo que reconocer que hasta ayer yo era la mejor fan de mis galletas de mantequilla pero creo que era porque todavía no había probado estas pastas, ¡madre mía, estoy llorando de la emoción de lo ricas que están!, así que ahora estoy sufriendo un problema de doble identidad galletera, que nadie me ponga en la tesitura de tener que elegir, aunque si tuviera que hacerlo ..., hummm ... creo que me quedaría con estas Arenas de Cascais.
Si no lo veo, o más bien, si no las pruebo, no lo creo, parece imposible que con sólo 4 ingredientes, sí, has leído bien, 4 ingredientes, salga una cosa tan rica, si parecen de otra galaxia oiga, ¡enamorada!, eso es, enamorada estoy de estas pastas, que tiemble el horno de mi casa porque las voy a hacer muy a menudo, ¡y pensar que esta receta la tuve durante meses esperando su turno en la carpeta de pendientes ...!
Venga, vamos allá, comenzamos recopilando ingredientes que nos llevará "nada", como mucho el tipo que tardemos en bajar al súper a por la manteca de cerdo ibérico (yo la compré en Mercadona de la marca El Pozo) porque seguro que los otros 3 ingredientes los tienes por casa.
TIPS:
Salen 20 unidades de 27 g cada una
Temperatura del horno: 170ºC con calor arriba y abajo
INGREDIENTES (todos a temperatura ambiente):
150 g de mantequilla sin sal
50 g de manteca de cerdo ibérico
300 g de harina
70 g de azúcar + otro poco para rebozar
MODO DE PREPARACIÓN:
Ponemos en el bol de nuestra procesadora la mantequilla y la manteca de cerdo y con el accesorio pala removemos a velocidad media durante un par de minutos o hasta que estén ambos ingredientes bien mezclados.
Agregamos la harina tamizada y el azúcar removiendo a velocidad baja. Al principio veremos como se forma una mezcla arenosa, seguimos removiendo hasta obtener una masa.
Dividimos en 2 o 3 partes, le damos a cada parte forma de cilindro, envolvemos en film transparente y a la nevera durante una hora.
Mejor formar 3 cilindros, yo hice 2 y casi tengo que tirar la pared de la cocina porque a duras penas entraban de ancho en los estantes de la nevera :-(
Precalentamos el horno.
Mientras tanto vamos cortando trocitos de masa de 27 g y les damos forma de bola.
Colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal dejando un poco de espacio entre una bola y otra (yo utilicé un par de bandejas).
Horneamos durante 30 minutos aproximadamente (una bandeja de cada vez), no deben dorarse. Según van pasando los minutos las bolas comienzan a bajar un poco hasta quedar en forma semiesférica.
Sacamos del horno, esperamos a que se templen un poco y rebozamos en azúcar.
Dejamos reposar sobre una rejilla hasta que estén completamente frías.
Se conservan muy bien en cajas metálicas, aunque durar lo que se dice durar ... o las pones bajo llave o no van a durar mucho.
Te dejo disfrutando de estas delicatessen que te elevarán hasta el cielo de lo ricas que están.