Estamos en una época del año en la que los nuevos y buenos propósitos están a la orden del día y uno de los más recurrentes y populares es el que tiene que ver con la comida, ponerse a dieta aparece casi siempre en los primeros puestos, hay que bajar sí o sí esos gramos de más que casi tod@s hemos cogido (vamos a dejarlo así porque decir kilos suena fatal).
A mí eso de la dieta me cuesta horrores por dos motivos, las verduras como que no me gustan mucho y de los dulces soy incapaz de prescindir, así que visto lo visto, comienzo el año con un dulce suave, un flan que aunque sea de queso es bastante ligero.
Como vas a ver a continuación no tiene ninguna complicación, los ingredientes son de andar por casa y se hace en un plis plas, aunque es mejor prepararlo de un día para otro, si en un momento dado te surge un imprevisto y te pilla sin postre, con unas 2-3 horas de reposo en la nevera también te puedes apañar.
TIPS:
Molde: flanera de 16 cm de diámetro (también se pueden utilizar flaneras individuales)
Preparación: sin horno
Conservación: en nevera
INGREDIENTES:
450 ml de leche entera
90 g de azúcar
1 sobre de cuajada
150 g de queso crema Philadelphia
caramelo líquido
barquillos (para decorar)
MODO DE PREPARACIÓN:
Desleímos la cuajada en un vaso de leche y reservamos.
En un cazo a fuego medio ponemos el resto de la leche junto con el azúcar y removemos hasta que se diluya, unos 5 minutos.
Incorporamos el queso crema y seguimos removiendo, cuando esté bien integrado agregamos la leche con la cuajada y dejamos al fuego otros 5 minutos.
Vertemos la mezcla en la flanera caramelizada y dejamos a temperatura ambiente.
Cuando se haya enfriado metemos en la nevera para que se termine de cuajar.
A la hora de servir volcamos el flan en un plato y acompañamos de unos barquillos triturados por encima y otros pocos enteros.
Listo, este flan no puede ser más económico y sencillo de preparar.
Una buena manera de comenzar el año dejando atrás los pesados dulces navideños pero sin renunciar al postre.