Seguro que en Latinoamérica no es así, pero a este lado del Atlántico no siempre se tiene clara la diferencia entre las tortillas y arepas de maíz. Como en tantos países de América, el maíz juega un papel fundamental en la gastronomía, y tanto en las tortillas como en las arepas es el ingrediente base para su elaboración. El resultado final es un tanto parecido, pero la forma de llegar hasta él no coincide. Por eso, el día de hoy les mencionaremos como es que se hacen las tortillas y arepas de maíz.
Las arepas son un sustento tradicional de Venezuela y Colombia que incluso se ha ganado el privilegio de formar parte del patrimonio cultural. Se prepara con masa de maíz seco (blanco o amarillo) obtenido de la mazorca cocida, desgranada y molida. A la masa se le añade sal y se hacen pequeñas bolas que hay que aplanar para luego cocinarlas.
Es muy habitual también echarle queso a la masa antes de pasarla por las brasas, la cazuela o el horno (como más guste), aunque en las últimas décadas ya se comercializa la masa precocinada para ahorrar todo el proceso anterior. Los rellenos finales ya dependen de cada casa, y pueden ser de huevo, embutido, pollo, carne de cerdo, atún, vegetales, frutas...
La principal diferencia que hay entre las tortillas y arepas de maíz es que las arepas quedan como si fueran un bollo de pan más grueso y menos moldeable que las tortillas mexicanas, por eso lo que se hace es rellenarlas mientras que con las tortitas envolvemos al relleno. Para estas últimas, la harina de maíz se mezcla con agua hasta que quede una masa flexible con la que formar varias pelotas que luego iremos aplanando con la ayuda de un rodillo. Para terminarlas solo faltaría pasarla por los dos lados en una plancha caliente y rellenarlas con lo que queramos.
El grosor tan fino de las tortillas, apenas unos tres milímetros, hace que sean muy manejables. De ahí la amplia variedad de platos mexicanos como las quesadillas, enchiladas, burritos, tacos...
¿Conocías la diferencia entre arepas y tortillas? ¿Cuál te gusta más?
Texto de Pablo Girón