Hoy os dejo un picoteo la mar de rico. Muy fácil de preparar y con ingredientes que siempre hay por casa.
Aprovechando que mi paisano Tito está de concurso en uno de sus blogs, "Las salsas de la vida", acompañé los bastoncitos de pollo de una salsita para mojar y no parar.
Por cierto, si aún no os habéis enterado, Juana, vuelve a salsear.
Es un concurso muy sencillo, en el que hay que preparar una salsa con yogur. Aquí podéis leer más.
Yo que quitando la bechamel y la salsa de tomate no soy demasiado salsera, confieso que con esta salsita, que improvisé en el momento, rebañé el bol hasta que quedó limpio.
El día que la hice mi chico no vino a comer y, a la noche, cuando le conté lo mucho que me gustara se sorprendió, ya que el yogur y yo no somos grandes amigos. La volví hacer para él e igualmente le encantó.
Está claro que la repetiré, con nuggets, con palitos de patata, de calabacín, tortitas de arroz...
INGREDIENTES:
Bastoncitos de pollo:
una pechuga de pollo
un diente de ajo
un poquito de perejil
sal
pimienta
un puñado de queso rallado
huevo
harina
pan rallado
Salsa rosada de yogur:
dos cucharadas de yogur natural
una cucharada de queso crema
una cucharada de ketchup
un poquito de perejil picado
sal
pimienta
Para los bastoncitos trituramos la pechuga de pollo con el ajo, sal, pimienta, perejil y queso rayado. Formamos bastoncitos, los pasamos por harina, luego por huevo y por último por el pan rallado. Reservamos.
Para la salsa rosada mezclamos el yogur con el queso y el ketchup hasta que esté bien integrado. Salpimentamos y ponemos un toque de perejil.
Freímos los bastoncitos en abundante aceite caliente hasta que estén doraditos. Dejamos que escurran el exceso de aceite sobre papel de cocina y servimos con la salsa rosada de yogur.
Y a salsear!!!