Ingredientes:
4 gambas rojas de Garrucha.
3 chalotas.
1 zanahoria pequeña.
1 tomate.
30 gramos de arroz.
50 gramos da nata (crema de leche).
25 gramos de coñac.
25 gramos de vino dulce (tipo Málaga).
600 gramos de agua.
Perejil fresco.
Pimienta y sal.
Aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:
Comenzamos pelando nuestras gambas rojas. Separamos las colas de las cabezas y las carcasas.
Ponemos aceite en en una olla y cuando esté caliente salteamos en él las cabezas de las gambas y las carcasas. Es importante que aplastemos bien las cabezas para que liberen todo su delicioso coral.
Añadimos seguidamente las chalotas y la zanahoria bien picado y dejamos que se poche a fuego lento.
Cuando la chalota empiece a transparentar añadimos el tomate rallado y dejamos cocinar a fuego lento un par de minutos para que evapore todo el agua.
Cuando el frito haya evaporado el agua, añadimos el vino y el coñac y dejamos un par de minutos para que se rebaje el alcohol.
A continuación añadimos el agua, el perejil, la pimienta, la sal y el arroz y dejamos cocer durante 15 minutos a fuego bajo.
Transcurrido el tiempo de cocción, trituramos bien toda la mezcla (incluidas, por supuesto, las cabezas y las carcasas de las gambas) y la colamos pasándola por un chino o colador.
Una vez colada la mezcla volvemos a llevarla al fuego y cuando rompa a hervir añadimos la nata (crema de leche), mezclamos bien y retiramos.
Antes de servirla ponemos en cada plato una de las colas de gamba que teníamos reservadas. Podemos sellarlas unas segundos en la plancha o incluso añadirlas crudas ya que con el calor de la bisque se cocinarán en su punto justo.
Para elaborar esta receta he utilizado unas magníficas gambas de la tienda online La Gamba Roja de Garrucha. Esta empresa, conocedora de la importancia de la frescura en un producto como este ha dado un paso adelante en la comercialización de este delicioso producto del mar y ha realizado una importante apuesta para reducir el tiempo de entrega del producto así como los intermediarios. El procedimiento es sencillo: ellos compran la gamba roja de Garrucha nada más llegar a puerto. Allí mismo es empaquetada (en cajas isotérmicas y sobre hielo protegido, de forma que la gamba estará fría pero jamás en contacto con el agua) y desde la misma lonja es enviada a los clientes, que en un plazo máximo de 18 horas estarán disfrutando de ella.