Uno de los ingredientes más deliciosos del mundo. Y es que poca gente hay que pueda resistirse a un dulce bocado de chocolate, ya sea directamente un trocito de una tableta, un esponjoso bizcocho o una delicada tarta.
Hoy vamos con unos bizcochitos facilones, sin gluten y sin azúcar refinado.
Serían unos mug cake perfectos, pero los que me seguís ya sabéis que soy reacia a utilizar el microondas, y, aunque lo tengo en casa, lo uso lo mínimo e imprescindible.
Así que a encender el horno se ha dicho. Y a los que os de pereza, pues meterlos al micro, a experimentar y luego me contáis. En la cocina se trata de eso.
Para hacerlos he utilizado unos moldes de porcelana redondos (ramequines), de unos 9 cm de diámetro y 6 de altura.
Podéis utilizar algún otro molde que tengáis por casa, tipo las flaneras metálicas o incluso los moldes de cupcakes o magdalenas. Para estas variantes tener en cuenta algunas cosillas:
– si los moldes son más pequeños (los de cupcakes o magdalenas): dejar menos tiempo en el horno, unos 15-20 minutos.
– moldes metálicos o de silicona: dejar menos tiempo también, unos 20 minutos.
– Recordad no abrir nunca el horno hasta que hayan pasado 3/4 del tiempo indicado.
– Id pinchando y probando si están pasado ese tiempo.
Vamos al lío.
Ingredientes (para dos ramequines):
– 110 g de harina de almendras (almendra molida)
– 85 g de mantequilla
– 80 g de sirope de arce o de ágave
– 115 g de chocolate negro para fundir (chocolate puro sin leche y sin azúcar)
– 2 huevos
– Cubitos de almendra, frambuesas, frutos rojos, sirope de arce, … para decorar.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180C.
En un cazo ponemos la mantequilla, el chocolate en trozos y el sirope y calentamos a fuego medio, removiendo hasta que se derrita el chocolate.
En el bol de la batidora batimos los huevos.
Vamos añadiendo la mezcla de chocolate y batimos hasta que esté bien integrado.
Incorporamos la almendra molida y mezclamos con una espátula.
Engrasamos los moldes y dividimos la masa entre los dos.
Horneamos durante unos 25 – 30 minutos y lo de siempre, cada horno es mundo, conocer bien el vuestro. Y para saber cuando está un bizcocho, pincharlo con un palillo y que éste salga limpio.
Sacamos del horno a una rejilla.
Podemos dejarlos enfriar en el propio molde y comerlos directamente de él.
Si queremos desmoldarlo, lo dejamos enfriar 5 minutos sobre la rejilla, desmoldamos y dejamos enfriar del todo sobre la rejilla.
Decoramos con lo que más nos apetezca y listos ¡a disfrutar!
Con esta receta participo en el reto Recetas sanas de Facilísimo.