No quería probarla. Me daba un no sé qué a que no me gustaría para nada esta fruta. Pero en esta vida hay que ser valientes y probarlo todo (bueno... un plato de gusanos, va a ser que no).
Así que me decidí. Mil veces me dije “burra” y es que me encantó. Para nada es harinosa y da para combinarla con un montón de cosas.
Hoy os dejo una manera muy fácil de combinarla y que seguro gustará a todo el mundo.
Es una rica manera de comer esta deliciosa fruta sin que nadie la cuestione.
Veréis que yo utilizo la panificadora pero os he puesto como hacerla en horno convencional.
No tiene ningún secreto. Solo pasad la masa a un molde tirando a pequeño y hornead como lo haríais normalmente.
¡Está riquísimo!
BIZCOCHO de AGUACATE
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BIZCOCHO de AGUACATE
INGREDIENTES
1 aguacate maduro
1 taza y ¾ de harina.
¼ de cucharadita de sal.
1/2 cucharadita de levadura en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato.
¼ de taza y 3 cucharadas soperas de aceite vegetal.
1 taza y 1/2 de azúcar.
2 huevos.
1/4 de taza de leche.
2 cucharadas soperas de jugo de limón.
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180º, si es el método a utilizar para hornear. Yo usé la panificadora en su función para hornear.
Quitamos la piel y las semillas a los aguacates. Los partimos en trocitos y con la ayuda de un tenedor los trituramos, hasta conseguir una pasta. Añadimos el zumo de limón para evitar que ennegrezca.
En otro bol tamizamos la harina, el bicarbonato, la levadura y la sal. Mezclamos y reservamos.
Incorporamos a la pasta de aguacate, el aceite y removemos hasta integrar. Podéis hacerlo a mano o con varillas.
Añadimos el azúcar y seguimos mezclando hasta conseguir una mezcla más blanquecina.
Vamos agregando los huevos uno a uno y batimos hasta conseguir que nuestra mezcla aumente de volumen.
Incorporamos la mitad de la mezcla de harina, y batimos hasta que desaparezca.
Alternamos con la leche. Vertemos el resto de harina y terminamos de batir hasta que la masa esté lisa y sin grumos.
Engrasamos el molde a utilizar y vertemos en él nuestra mezcla para el bizcocho.
Horneamos según el método escogido y cuando esté terminado, desmoldamos y dejamos enfriar encima de una rejilla.
Espolvoreamos con azúcar glas y a disfrutar de un buen bizcocho.
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