El método del boli bic siempre me gustó mucho. Incluso llegué a confeccionar uno que nunca me atreví a utilizar por la parálisis que me producía el miedo a que me pillaran. Consistía en, con un alfiler o la punta de un compás, escribir rayando en un boli bic cristal. Me dibujé todas las moléculas posibles para un examen de ciencias naturales de lo que entonces era 3º de BUP.
El truco era que a simple vista el boli era más inocente que un bebé, pero al cogerlo simulando que escribías, sólo había que girarlo adecuadamente para que la luz incidiera en las facetas del boli y dejara al descubierto todo lo que allí hubiera escrito. Era como dios revelándote un secreto. Lo mejor de todo era que el ejercicio de síntesis que requería meter en un bic todo un temario era tal, que no había mejor método de estudio. Para cuando terminabas con la técnica de grabado, ya no te hacía falta la chuleta.
Pero hoy me voy a desquitar y voy a copiar y a dejar pruebas. Esta idea la vi en internet en el blog Annie´s eats y supe que tenía que prepararla y tenerla en el mío. No es para nada original mía pero me pareció tan divertida y tan bien traída que la preparé la semana pasada para ver cómo quedaba. Es un dulce de Halloween de los que proliferan tanto ahora por la red que encontré un poco diferente. Las musas que despertó en mí la idea de Annie"s eats se animaron más de la cuenta y estuve a punto de hacer la versión de las galletas en forma de muñequito un poquitito descuartizado, pero finalmente me pareció un poco too much de mal gusto. No obstante, os dejo la sugerencia por si a la audiencia de vuestras galletas le va el sugar-gore. La mía es que son mis enanas y la sangre de mentira ha hecho gracia pero a más ya no me atrevo.
De la fuente de inspiración he tomado la idea, porque la receta de galletas tengo la mía infalible. Una amiga me recomendó esta receta de Cosicas dulces y alguna salada que es buenísima y me quedo ya como receta de cabecera para sugar cookies, decoradas o sin decorar, porque así solas recién salidas del horno están buenísimas. De hecho, y como yo siempre lo cuento todo, os diré que una vez decoradas con la glasa, para mí tienen demasiada azúcar. Por eso para una ocasión especial nos podemos permitir el pico de diabetes, pero para mi gusto, sin glasa están mejor.
Ingredientes(de las galletas)
150 grs de azúcar glas
225 grs de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
Una cucharadita de esencia de vainilla
4 gotas de esencia de almendra
Una pizca de sal
420 grs harina de repostería
(de la glasa real)
200 grs de azúcar glas
una clara de huevo
un chorrito de zumo de limón
colorante alimentario en gel rojo (wilton RED-RED)
Preparación(de las galletas)
Mezclamos la mantequilla con el azúcar glas con las varillas hasta que quede esponjosita la mezcla.
Añadimos el huevo y los aromas de vainilla y almendra si queremos. Mezclamos
Añadimos la harina e incorporamos bien hasta que quede una mezcla amalgamada.
Volcamos la mezcla en la encimera enharinada y amasamos un poco hasta tener una bola.
La dividimos en dos partes iguales (yo las peso)
Estiramos cada una de las partes entre dos papeles de horno y las dejamos de 1/2 cm de grosor.
Refrigeramos la masa ya estirada al menos una hora.
Precalentamos el horno a 200º y cuando esté bien caliente sacamos una de las partes estiradas,
cortamos las galletas con el cortador que elijamos y las pasamos a una bandeja de horno forrada con papel. Como la masa estará fría no se deformarán.
Cuando las metamos en el horno bajamos la temperatura a 180º. En mi horno estuvieron 10 min. A mí me gusta que se queden blanquitas, no tostaditas, porque cuando enfrían y endurecen quedan en el punto justo, pero eso ya en gustos.
Repetir con la otra tanda de masa. y con los recortes que se pueden volver a estirar para sacar más galletas.
(de la glasa y decoración de las galletas)
Con las varillas empezamos a batir las claras con el zumo de limón hasta que formen picos blandos y en ese momento vamos añadiendo a cucharadas el azúcar glas hasta que se forme una pasta (yo lo hice en la tmx) y la volcamos en un cuenco.
Ahora la vamos a separar en tres recipientes: en el primero ponemos como una cucharada de esta glasa. En el segundo un par de cucharadas y en el tercero todo el resto. Las cubrimos con papel film par que no se seque.
El primer recipiente será la glasa de delineado, la más durita. la metemos en una manga pastelera con una boquilla muy pequeña o simplemente en una bolsa de congelar y le cortamos un piquito muy pequeño. Delineamos las galletas para que luego al glasear no nos salgamos. Dejamos secar.
Pasadas unas dos horas ya podemos rellenar las galletas. Usamos la glasa más abundante, la del tercer recipiente. Necesitamos que esté algo más fluida para lo que la diluimos con unas gotitas de agua. La metemos en un biberón de repostería o simplemente con una cucharita de moka y mucho cuidado vamos coloreando las galletas de blanco. Las dejamos secar de un día para otro.
Reservamos la glasa sobrante, la que vamos a teñir, tapada con papel film y en la nevera.
Al día siguiente tomamos la glasa del segundo recipiente, la diluimos aún un poquito más con otras gotitas de agua y empezamos a añadir colorante rojo y a mezclar bien hasta obtener la intensidad de color que queramos.
Mojamos un pincel en la glasa roja y salpicamos las galletas teniendo cuidado de colocarlas antes sobre un papel para evitar el momento desaguisado-masacre en la encimera de la cocina.
Las dejamos secar un poco. Pero no mucho porque a medida que pasa el tiempo, la sangre de azúcar se comporta como la de verdad poniéndose marrón como la sangre seca y la escena del crimen da un poco de pena.
Cosas a tener en cuenta:
- las galletas se pueden preparar con antelación y aguantan bien en una lata cerrada.
- Mi consejo: haz unas poquitas de adorno y las demás no las decores tanto, son demasiado empalagosas. Pero dan miedito o no?
No es exactamente lo que yo pondría en una chuleta pero pilláis el concepto...