Desde que tengo uso de razón estoy enamorada de la cocina y de todo lo que esté relacionado con ella, esto me ha llevado a leer muchos libros culinarios y ver infinidad de programas y videos de grandes cociner@s para ampliar mis conocimientos y mejorar el resultado de todo lo que hago.
No recuerdo exactamente cuando cociné por primera vez, sé que todavía era una niña y que lo hice supervisada por mi madre y mi abuela, de lo que no me he olvidado es que siempre me han dicho que tengo muy buena mano para cocinar. A decir verdad, en la mayoría de ocasiones, me salen las cosas bien a la primera pero como en todo hay algo que se nos resiste más, en mi caso fueron las masas con levadura fresca de panadería.
Mi primer trabajo con esta levadura fue un roscón de reyes que terminó en la basura porque salió duro como una piedra, lejos de desilusionarme y dejar de intentarlo nuevamente, me puse a investigar y a buscar recetas para corregir errores y conseguir algo comestible.
Este tipo de masas tienen que quedar pegajosas y esta información no la había encontrado en ningún sitio, cometí el error de añadir más harina para lograr amasarla con facilidad con lo que quedaba una masa dura y un roscón súper seco. Hace varios años que he descubierto el secreto, para ser más exactos me lo reveló una abuelita y desde entonces no he vuelto a comprarlo, hago una versión con leche condensada que está de vicio y que ya tengo publicada “Rosca de reyes con leche condensada”.
Soy muy exigente conmigo misma, siempre busco la perfección en todo lo que hago por eso insisto hasta conseguirlo. En mi intento de lograr una masa suave, lisa y esponjosa he localizado otra clave, el amasado.
El amasado debe ser largo e intermitente para que el gluten se desarrolle adecuadamente, esto quiere decir que tenemos que amasar durante 20/25 minutos y dejar reposar la masa unas 3 veces durante el proceso. Una amasadora es una gran ayuda pero si no disponemos de ella, con paciencia y constancia, lo logramos igualmente.
Ayer hice unos bollos de leche siguiendo estas pautas a la hora de amasar y el resultado ha sido espléndido.
Estamos metidos de lleno en la Navidad por eso he agregado agua de azahar a la masa, han quedado unos panecillos con sabor a roscón de reyes deliciosos.
Para variar los he puesto en un molde de magdalenas, si no los queréis así simplemente tenéis que ponerlos sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
BOLLITOS DE LECHE CON SABOR NAVIDEÑO
INGREDIENTES:
250ml de leche templada
500g de harina
80g de azúcar
80g de mantequilla
25g de levadura fresca de panadería
2 huevos
3g de sal
1 cucharada (sopera) de agua de azahar
azúcar humedecido con unas gotas de agua de azahar para decorar
PREPARACIÓN:
Sobre un bol (o en el recipiente de la amasadora) tamizar la harina, añadir la sal y el azúcar, mezclar bien.
Batir 1 huevo (el otro lo reservamos para pintar los bollos), fundir la mantequilla e incorporarlos a la harina junto con la cucharada de agua de azahar. Mezclar con una cuchara si se hace a mano o comenzar a amasar si utilizamos la amasadora.
Disolver la levadura en la leche templada y añadirla, poco a poco, sin dejar de remover (o batir en el caso de hacerlo con amasadora).
Una vez que todos los ingredientes estén bien integrados amasar de la siguiente manera:
MANUALMENTE: engrasar la encimera y volcar la masa, humedecer las manos con aceite y amasar por espacio de 25/30 minutos aproximadamente con 3 reposos intermedios de 5 minutos cada uno (amasado 10 minutos / reposo 5 minutos).
CON AMASADORA: amasar 15/20 minutos dejando descansar la masa 5 minutos entre uno y otro amasado ( amasar 5 minutos / descansar otros 5 minutos), repetir la misma acción 3 veces.
Formar una bola con la masa y colocarla en un recipiente engrasado, taparlo con film transparente y dejar levar hasta que triplique su volumen entre 2 y 4 horas (dependiendo de la temperatura ambiental tardará más o menos tiempo).
Ponerla de nuevo en el mesado untado con aceite, engrasar las manos y desgasificar con un ligero amasado.
Dividir la masa en porciones de unos 30 gramos cada una, formar bolitas y disponerlas en el molde. Esperar a que tripliquen su tamaño de nuevo.
Barnizar los bollitos de leche con huevo batido, colocar un montoncito de azúcar humedecido con agua de azahar sobre cada uno.
Hornear, con el horno precalentado a 180º, 10/12 minutos. Estarán listos cuando se vean dorados.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Estos bollitos de leche están súper ricos y son perfectos para desayunar, merendar o como postre.
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Otra idea fantástica es la receta de mi amiga Maribel, este “Pan de Viena o panecillos de Heidi” que veréis en su blog Picoteando ideas.
Para despedirme os invito a una delicatessen de la gastronomía gallega “Larpeira gallega (Tarta golosa)”
Que aproveche!!!
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Hasta pronto!!!
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