- Chocolate blanco.
- Chocolate negro.
- Chocolate con leche.
Elaboración:
La preparación es muy sencilla, lo único que es más tostón es estar esperando a qué se enfríen, pero si queréis acortar los tiempos siempre los podéis meter en el congelador.
Lo primero que hacemos es derretir el chocolate que queráis utilizar primero, rellenáis el molde hasta la mitad o un tercio, en función de los chocolates que vayáis a emplear. Lo metéis a la nevera durante 15 o 20 minutos, tenéis que tocar y ver que está duro antes de echar el siguiente chocolate encima.
Cuando habéis comprobado que está duro, echáis el siguiente chocolate derretido encima y otra vez a la nevera. Podéis derretirlos al baño maría o al microondas, si utilizáis este último método tened mucho cuidado de que no se os queme, sobre todo el chocolate blanco que es el más delicado.
Una vez está fría la segunda capa le añadís la tercera y otra vez al frigorífico y una vez que esté sólida esta tercera capa los desmoldáis y a comer. Os recomiendo que los conservéis en la nevera para que no se derritan y los saquéis un poco antes de consumirlos.